La odisea de viajar de Burgos a Washington en mitad de un temporal

Viajar de Burgos a Washington no es sencillo. Y menos, en mitad de un temporal como el generado por la borrasca 'Filomena', que dejó en tierra a cientos de viajeros que tenían previsto salir de Madrid durante el pasado fin de semana. Eso es precisamente lo que le pasó a Reyes González, una burgalesa que el pasado sábado tenía previsto volar hasta Washington y que ha tardado casi una semana en poder hacerlo.

Ese mismo sábado, González tenía reservado un billete de autobús hasta Madrid, donde tenía previsto un vuelo hasta Miami que le permitiera conectar posteriormente con Whasington. Sin embargo, nada más llegar a la estación de autobuses de la capital provincial, se dio de bruces con la realidad. La conexión por carretera y tren entre Burgos y Madrid estaba totalmente cortada. No había opción de llegar a coger el vuelo. Y para más inri, Barajas estaba sufriendo también los efectos del temporal y no sabía si saldría el vuelo.

A la vista de la situación, explica la burgalesa, los trabajadores de Alsa se desvivieron, como hicieron con tantos otros burgaleses en una situación similar, para encontrar alternativas. En un principio, se tramitó un nuevo billete para el día siguiente. No obstante, el domingo se levantó pronto y se encontró con que ese día tampoco se iba a prestar el servicio de autobuses. «De ahí, vuelta a la estación a cambiar otra vez el billete, que era el tercero. El problema es que los autobuses para el lunes estaban todos ocupados», relata. Hasta el martes no había posibilidad. Total, cuatro billetes de autobús diferentes.

No obstante, el viaje a Madrid no fue lo más problemático. «Estoy muy agradecida a los trabajadores de Alsa. Tienen un equipazo en Burgos», subraya González. El mayor quebradero de cabeza vino con la cancelación del vuelo a Miami. «No tenía noticias. Me pasé todo el fin de semana llamando», primero a Iberia y luego a British Airways, que «no tienen atención al cliente los fines de semana en España». Al fin, después de muchos intentos, consiguió hablar con una operdora de British Airways en Reino Unido, que le remitió a la agencia de viajes. «Como el vuelo lo compré por internet, me lo tenía que liberar la agencia». Una agencia con sede en Suecia que tampoco atendía los fines de semana.

Y el lunes, al fin, consiguió hablar con Suecia para que le liberaran el billete y, a partir de ahí, encontrar otras opciones de vuelo. El primer avión disponible salía este jueves, cuando por fin ha podido viajar a Madrid y despegar desde Barajas. Por cierto, la también obligada cancelación del enlace entre Miami y Washington con American Airlines, «fue muy fácil».

Total, una auténtica odisea que, sin embargo, González se ha tomado con resignación y una sonrisa. Y es que, según subraya, ella ha tenido «mucha suerte». «La aventura ha sido un poco rollo por las llamadas, pero al final he sido muy afortunada». «He estado hablando con gente que les habían dado billetes para el lunes o el martes» y el avión finalmente no ha salido. «Ha habido situaciones en las que la gente ha estado en los aviones varias horas y luego les han dicho que a casa». Ella, mientras tanto, en vez de quedarse tirada en el aeropuerto, «durmiendo en el suelo y sin comida», ha aprovechado para «disfrutar» de unos días más con la familia.

Por cierto, la PCR que tenía preparada para volar se caducó y tuvo que realizarse otra esta semana.

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