La mujer fantasma en el Condado de Treviño que impactó a Iker Jiménez

No es habitual que Iker Jiménez comience 'Cuarto Milenio' fuera de plató. Una razón poderosa le llevó esta semana a desplazarse personalmente al Condado de Treviño para investigar una historia fantasmal. Un motorista fue testigo de una aparición hace solo unos días y el alavés no dudó en viajar a su tierra para investigarlo de primera mano. «Está francamente asustado y no me cabe la menor duda de su honradez», aseguraba Jiménez sobre la persona afectada, según indica el periódico El Correo.

En una vaguada del Puerto de Vitoria acontecían los hechos. Era de noche y el hombre regresaba a su casa en moto cuando una aparición fantasmal le dejó helado. «Han ocurrido muchas cosas en esta zona, pero esta quizá sea la más extraña que he conocido», afirmaba el periodista. «Era una figura muy alta y mi primera reacción fue frenar. Tuve mucho tiempo para verla. No se movía. Tenía el pelo negro y la cara descubierta y muy pálida. Esa figura se giraba a la vez que yo. Cuando pasé por su lado dejé de escuchar todo, solo una voz muy susurrada que decía: hoy no vas a llegar a casa», relataba el protagonista del relato.

«Era una persona que se me quedo mirando. No pedía ayuda ni nada. Me dio tanto miedo que tuve que frenar y gracias a aquello me salvé la vida porque apareció un corzo», descubría el motorista. Y es que, tras la visión, aminoró la velocidad por el miedo y un venado se cruzó en su camino. Aquel frenazo fue de lo más oportuno. El experto en fenómenos extraños Enrique Echazarra se sumó a la búsqueda. «Lo que más me llamó la atención es el miedo que tenía a volver a pasar por ahí. Tiene mal cuerpo cuando vuelve. Se nota que ha vivido algo allí que le ha impresionado», explicaba el especialista alavés.

El lugar de la aparición está a muy pocos kilómetros de Ochate, la localidad abandonada que tantas leyendas misteriosas acoge. «Regresamos al eterno pueblo maldito», contaba Jiménez que enfiló su camino hacía el rincón alavés. «Para mí siempre, desde niño, ha sido como tener cerca un punto de misterio», desvelaba sobre el tétrico emplazamiento. No pasó nada en esta ocasión. No hubo imágenes ni sonidos extraños. Para tratar de argumentar el suceso recopilaron accidentes ocurridos en la zona. «Siempre ha tenido fama de peligrosa», advertían. Pero tras explorar su siniestralidad, nada reseñable. «No hay accidentes recientes con una mujer en ese punto», comentaban. Con todo, el presentador insistía en lo singular del asunto. «Es muy difícil pensar que esa persona no vio lo que vio», indicaba. Y Echazarra apostillaba: «Cuando llega la noche sufre ansiedad». El testigo del sorprendente espectro no mostró su rostro, pero sí se intuía su terror. «Hemos querido compartir el desconcierto. En mitad de la rutina llegó una noticia y nos fuimos allí», zanjaba Iker que avisaba de que no abandonarán el tema.

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