La renovación de la cúpula episcopal de la Iglesia española está en marcha. El Vaticano ha dado luz verde al proceso de relevos en las estructuras jerárquicas de una treintena de arzobispados y obispados en los que hay que cambiar a sus titulares por ... haber alcanzado la edad reglamentaria para la renuncia (75 años) o permanecen como sedes vacantes. En algunos círculos eclesiásticos se sitúa ya al obispo de Bilbao, Mario Iceta, en el arzobispado de Burgos en sustitución de Fidel Herráez.
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La pandemia del coronavirus ha trastocado los planes del Vaticano, que ha tenido que esperar a que se levantara el estado de alarma para retomar el asunto, después de que se celebraran las elecciones en la Conferencia Episcopal, de las que salió presidente el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella. También ha servido para que el nuevo nuncio apostólico (embajador) de la Santa Sede en Madrid, el filipino Bernardito Auza, tomara tierra tras su designación el pasado 1 de octubre de 2019.
Todo se aceleró el 19 de septiembre cuando el Papa recibió en Roma a los cardenales Omella y Osoro (arzobispo de Madrid y vicepresidente de la CEE). Antes de la audiencia oficial, en la que también participó el obispor auxiliar de Valladolid, Luis Arguello, portavoz del episcopado y secretario general, Francisco se reunió de manera privada y durante casi dos horas con los purpurados españoles, para poner en marcha la nueva hoja de ruta en la Iglesia española. Según ha podido confirmar El Correo, el pontífice les avanzó que ya había firmado los primeros nombramientos, algo que no le resultaría ajeno a Omella, pues es miembro de la Congregación de los Obispos y conoce las ternas de candidatos que se proponen para cada sede.
Entre estos nombramientos figurarían los de los nuevos arzobispos de Zaragoza y Burgos, así como el de un obispo auxiliar para Barcelona. Para el primero se habló de Fernando Chica, un avezado diplomático de la curia romana en la que sobresalió como jefe de la Sección Española de la Secretaria de Estado, si bien ahora ostenta el cargo de observador permanente de la Santa Sede ante la FAO. Parece que el puesto será para Manuel Escribano, actual obispo de Calahorra-la Calzada-Logroño. Aunque nacido en Galicia, se crió en Huesca y está muy ligado a la Iglesia aragonesa. Antes fue obispo de Teruel, siempre apadrinado por el cardenal Omella.
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Para Burgos, y aunque en quinielas pasadas figuró el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ahora se da por hecho que será Mario Iceta, obispo de Bilbao, el que ocupará esa sede metropolitana. El blog de La Cigueña de la Torre, de Infovaticana, había adelantado, sin citar al prelado de Gernika, esta posibilidad, que ayer dio por segura el 'Diario de Burgos', y pudo confirmar este periódico en distintas instancias.
Iceta era el favorito para suceder a monseñor Asenjo en el palacio de San Isidoro de Sevilla, dada su antigua experiencia pastoral en la diócesis de Córdoba, pero no parece estar en los planes del nuncio para esa archidiócesis. Al menos, de momento. El prelado vizcaíno ha mantenido una relación muy estrecha con la Iglesia sevillana, la mayoría de las veces llamado por el arzobispo, que aspiraba a fortalecer su candidatura de cara a una sucesión.
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Asenjo ha presentado ya su renuncia al cargo como estipula el Código Canónico, dos semanas antes de la fecha estipulada, dado el deterioro de su estado de salud. Algunas fuentes señalan a actual titular de la cátedra cordobesa, Demetrio Fernández, como el futuro arzobispo de la sede hispalense. Fernández, un representante de la línea más conservadora del episcopado, fue uno de los arietes contra el libro 'Jesús. Aproximación histórica', del teólogo José Antonio Pagola.
Mario Iceta lleva diez años como obispo de Bilbao, doce si se suman los dos que estuvo como auxiliar de Ricardo Blázquez. Se formó en Pamplona y en Córdoba y luego ejerció en Andalucía. El nombramiento como arzobispo de Burgos sería un paso natural, dado que la diócesis bilbaína pertenece a esta provincia eclesiástica junto a otras sufragáneas como Vitoria, Osma-Soria y Palencia. San Sebastián pertenece a la de Pamplona, desde que así se decidió en una decisión política para dividir a la Iglesia vasca. El titular de Burgos, Fidel Herráez, presentó su dimisión el 28 de julio de 2019 y aspiraba a mantenerse en el cargo un año más, hasta octubre de 2021, cuando se cumple el VIII Centenario de la Catedral de Burgos, y cerrar al año jubilar de esta efeméride.
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Las instituciones eclesiásticas mantuvieron ayer un mutismo total sobre estos movimientos, como es habitual en estos casos porque el proceso está sujeto al secreto pontificio. Un mmiembro de la curia burgalesa aseguró que es a Iceta a quien esperan, y que el nombramiento se podría anunciar hoy a las doce del mediodía.
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