El pasado lunes, los trabajadores del Ayuntamiento de Burgos no pudieron trabajar con normalidad con sus correos electrónicos corporativos. El sistema sufrió un hackeo. Consistió en el envío de un mensaje, suplantando la dirección de mail de Antonio Fernández Santos, con el que ... se pretendía hacerse con las contraseñas del personal municipal, lo que obligó a suspender el envío de mensajes fuera de la intranet hasta las dos y media de la tarde.
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Y el hackeo está siendo investigado, confirma el portavoz municipal Vicente Marañón, quien asegura que todavía se desconoce la naturaleza técnica del mismo, quién lo perpetró o qué medios utilizó para ello. No se sabe qué punto vulnerable del sistema sirvió para el envío masivo de ese correo electrónico, que expuso el sistema municipal y, con él, toda la documentación y todos los datos que maneja el Ayuntamiento.
Lo que sí tiene claro Marañón es que lo ocurrido es una muestra clara de que el Ayuntamiento necesita modernizarse, contar con sistemas más seguros, que den seguridad también a toda la información sensible que maneja. Ahora hay que estudiar cómo sucedió y si puede volver a suceder, insiste, y qué soluciones se deben implementar. Pero, como trasfondo, Marañón insiste en la necesidad de avanzar en la administración electrónica en el Ayuntamiento.
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