Jueves de madrugada, un extraño tren de luces puede verse en el firmamento desde varios puntos de Castilla y León y las redes sociales empiezan a arder con comentarios de usuarios inquietos, convencidos de estar contemplando un OVNI. El 112 terminó dando una explicación. ... Sin embargo, no siempre se pueden esclarecer los avistamientos y la provincia de Burgos cuenta con algunos casos que se remontan a los años 70 y que todavía no se han podido explicar.
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Avistamientos que tuvieron una enorme repercusión mediática en pleno auge del fenómeno OVNI mientras el Ejército del Aire investigaba los hechos y trataba de ocultarlos a la opinión pública. Pero los detalles se conocieron cuando el Ministerio de Defensa desclasificó 80 expedientes confidenciales, entre los que se encuentran los sucesos acontecidos en Burgos que, más de 40 años después, siguen siendo un misterio.
El más inquietante y también el más célebre, fue el avistamiento de tres soldados, Manuel Aguera, Ricardo Iglesias y Felipe Sánchez, que regresaban desde Torrelavega a la Academia de Ingenieros de Burgos, donde cumplían el Servicio Militar, el 1 de enero de 1975. Eran las 6.25 de la mañana cuando Aguera advierte que una estrella empieza a brillar mucho, por lo que detiene el coche y avisa a sus compañeros. Todos ellos pudieron ver cómo un objeto muy brillante descendía del cielo y se posaba sobre el triángulo que forman las carreteras de Santander y Villarcayo.
El objeto inicial, un extraño tronco cónico de unos cuatro metros que levitaba sobre la tierra, según la descripción de los tres soldados se multiplicó hasta conformar otros tres elementos, por lo que pudieron ver cuatro en total brillando con toda claridad aquella madrugada.
Aunque la historia de estos tres jóvenes ya había corrido como la pólvora, el ejército investigó tratando de guardar una estricta confidencialidad y el Estado Mayor Central, quince días después de la supuesta aparición ovni, emitió un informe que hoy ya está desclasificado.
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«Día 1 de enero de 1975 a las 6,30 horas y viniendo a incorporarse a su destino después de disfrutar del permiso oficial, los soldados (aparecen los nombres borrados) que viajaban en un Mini 850 vieron aproximadamente a unos 500 metros al oeste del kilómetro 14 de la carretera Burgos a Santander (zona comprendida en el triángulo que forman el kilómetro 14 carretera Burgos a Santander punto de cruce de dicha carretera con la de Villarcayo y kilómetro 14 de la carretera a Villarcayo) cómo una nave en forma de tronco de cono muy achatado con una luz fortísima de color blanco-amarillento aterrizaba o quedaba en suspensión a unos pocos metros del suelo, ante tal visión rara ya que no hizo ningún ruido y fue grande la velocidad en el descenso, los ocupantes del vehículo pararon bajándose del coche con idea de aproximarse para verlo de cerca, una vez descendidos del coche vieron cómo se apagaban las luces de este primer vehículo y se encendían de forma sucesiva hasta cuatro, estando encendidas las cuatro aproximadamente dos minutos; estas luces potentísimas que irradiaban hacia el suelo estaban distanciadas entre sí unos metros, no sabiendo decir si de este primer OVNI salieron los otros tres o fueron descendiendo cada uno de ellos de una forma parabólica del primero; presos de nerviosismo y temor optaron por montarse de nuevo en el coche y reemprender rapidísimamente la marcha a su destino ya que el tiempo para su incorporación oficial estaba muy cercana.- Afirman también que otro vehículo automóvil que iba detrás de ellos paró asimismo a una distancia aproximada de 1 kilómetro y otro vehículo automóvil que venía en dirección Villarcayo-Burgos, también paró y que a juicio de ellos fue el que mejor pudo ver este fenómeno. Villafría, 15 de enero de 1975. EL TTE. CORONEL COMANDANTE MILITAR AÉREO».
Los tres soldados fueron interrogados y sus versiones fueron coincidentes en todo, salvo en la hora exacta a la que tuvo lugar el incidente. Sin embargo, el ejército trató de silenciar el supuesto avistamiento OVNI explicándolo como producto de la sugestión de los jóvenes e incluso advirtiendo de la posibilidad de que se tratara de una historia inventada como excusa porque llegaban tarde al toque de diana. Aunque, aclara el informe, este extremo tampoco puede ser confirmado.
Pero el misterio no terminó con el testimonio de los soldados ya que, ese día, unos cazadores furtivos que intentaban abatir piezas en las cercanías de Villarcayo pudieron observar el mismo fenómeno que los militares vieron sólo unas horas después. Insólito.Pero ahí no acaba el misterio, ni mucho menos.
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El 2 de enero de 1975, unas pocas horas después del fenómeno paranormal de Quintanaortuño, el vecino de Solarana Carlos Izquierdo alerta a la Guardia Civil que durante unos minutos sufre la persecución por parte de un objeto volador de tres metros de altura y de forma tronco cónica. Los mismos objetos que vieron los furtivos de Villarcayo y los soldados en Quintanaortuño.
El de Quintanaortuño no es el único avistamiento investigado en la provincia, ya que el 16 de junio de 1970 un piloto civil que realizaba un vuelo para la Cía, acompañado por un fotógrafo de FOAT, observó un objeto de forma variable, con brillo y de un diámetro mayor de 15 a 20 metros que permanecía estático de 30.000 a 40.000 pies. El suceso, según el relato del soldado, duró unos 15 minutos, tiempo que permanecieron en la zona hasta que tuvieron que abandonarla por el plan de vuelos. El piloto ascendió hasta los 11.500 pies para observar mejor el objeto y realizar tres fotografías, una de las cuales se envió al Ministerio del Aire.
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El informe confidencial que recoge estos hechos, también hoy desclasificado, concluyó que el objeto no identificado al principio, podría tratarse de un globo sonda. Para ello se basan en la altura a la que volaba, en la descripción y en un estudio de la fotografía. Más tarde se comprobó que el mismo objeto, el supuesto globo, fue visto también desde Ávila.
Aunque ahora hay más medios para esclarecer este tipo de sucesos, la realidad es que generan la misma expectación que hace 40 años. Prueba de ello fueron las decenas de llamadas que recibió el 112 la pasada semana desde varios puntos de Castilla y León, de personas alarmadas tras haber observado varios puntos luminosos en el firmamento.
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