Dicen que en Burgos son fríos. Que el viento helador, que algunos consideran simplemente fresquillo, les hace distantes. Sin embargo, la historia que ha narrado el embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliott, a través de las redes sociales demuestra que la frialdad, ... si es que existe, es una mera coraza. Y que, como el Hombre de Hojalata en El Mago de Oz, debajo llevamos un gran corazón solidario.
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Con motivo de su visita oficial a Burgos el pasado martes, Elliot aprovechó para compartir con sus seguidores en Twitter una anécdota que le había ocurrido hace 35 años, en la que fue su primera visita a España. Una experiencia «maravillosa y singular», recuerda, de la que nació el gran afecto que siente por España. Y todo empezó en Burgos.
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