Concepción advierte del intento de «lanzar a la opinión pública» contra los jueces con movimientos «en aparencia espontáneos»

Los jueces y los magistrados son las únicas figuras a las que la Constitución Española, que por cierto celebra sus cuarenta años de vida, ha encomendado la misión de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Eso no quiere decir que las resoluciones judiciales no admitan crítica, al contrario, «pueden y deben ser objeto de la sana crítica en una sociedad democrática, pero dentro del más escrupuloso respeto».

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, ha hecho una defensa intensa de la labor de jueces y magistrados en el acto conmemorativo del inicio del Año Judicial, que se ha celebrado esta mañana en el Palacio de Justicia de Burgos. Concepción ha advertido contra la campaña de desprestigio y animadversión hacia los jueces que «están alentando» políticos, agentes sociales y poderes mediáticos.

«Se ha tratado de lanzar a la opinión pública sobre aquellos que no hacen otra cosa que servir al Estado de forma leal y abnegada», ha apuntado, ante resoluciones judiciales que puedan generar cierta polémica. Sin citarlo, Concepción ha hecho referencia a la respuesta social por la sentencia del caso de 'La Manada', que «escasos minutos después de notificarse, ha surgido un movimiento de descalificación en redes sociales y en medios de comunicación, solo en aparencia espontáneo».

Un movimiento social que «ha desembocado en agitaciones y en tumultos callejeros perfectamente orquestado», en un «calculado ataque» a los cimientos de la arquitectura jurídica, ha insistido Concepción. El presidente de TSJCyL ha apuntado que «la crítica a toda la función pública no solo es admisible, sino que resulta deseable», pero recordando que la labor judicial es eminentemente técnica y las resoluciones no pueden valorarse tan «alegremente» como se ha hecho últimamente en algunos medios de comunicación.

Las críticas «con escrupuloso respeto» y haciendo uso de los cauces que ofrece el propio sistema, y que tampoco está siendo respetado por los poderes políticos. Ellos también han acabado «colocando como objeto de su diatriba» no solo a las sentencias sino a los magistrados que «con mayor o menor acierto las han dictado».

José Luis Concepción ha lanzado un menajse de tranquilidad a la sociedad, pues confía en la excelencia de los jueces españoles, y ha agradecido también el trabajo realizado por los 330 jueces de Castilla y León que, en el último año, han realizado casi 200.000 resoluciones. Sentencias y autos que «a buen seguro han supuesto el necesario bálsamo que la sociedad tiene frente a la arbitrariedad y el exceso, vengan estos de donde vengan».