Cuatro meses de negociación con algún altibajo dieron al traste con el sintagma «socio preferente», que reinaba en la política de Castilla y León desde que la dirección nacional de Ciudadanos impuso el pacto de Gobierno con el PP en la Junta, a costa ... del vencedor en las urnas, el PSOE de Luis Tudanca. El alcalde de Burgos en minoría (11 de 27), el socialista Daniel de la Rosa, consiguió pulir la fórmula para incrustar a su amigo –«tienen una buena relación», coinciden varias fuentes– Vicente Marañón, de Ciudadanos (5 ediles), en el equipo de Gobierno de la ciudad.
Publicidad
El pacto «estaba hecho», según algunas fuentes, desde que Ciudadanos decidió apoyar los presupuestos municipales diseñados por Daniel de la Rosa en el mes de febrero, antes de que hiciera su irrupción la pandemia. Otras fuentes aseguran, sin embargo, que hubo un momento de tensión en el que Marañón pareció escorarse hacia el ala derecha, donde siempre estuvo presente la posibilidad de una moción de censura que desbancara al PSOE de la Alcaldía. El concejal de Cs perteneció durante 15 años al PP y abandonó la formación, dicen fuentes del partido, porque no obtenía el reconocimiento que creía merecer.
Noticia Relacionada
Marañón llegó a verse alcalde de Burgos el día 15 de junio de 2019, cuando las direcciones nacionales de Cs, PP y Vox alcanzaron un acuerdo para impedir gobiernos «de izquierdas» en aquellos municipios en los que la suma de los tres partidos lo permitiera. El entonces coordinador autonómico de Cs, Luis Fuentes, acudió al Pleno del Consistorio burgalés. Los dos concejales de Vox, que dijeron sentirse ninguneados por el aspirante naranja, se votaron a sí mismos. PP y Cs cumplieron con lo pactado, dentro del acuerdo general que incluía el Ayuntamiento de Palencia y la Diputación de Zamora para los naranjas y la Junta para el PP. 12 votos para Marañón, con Javier Lacalle dando un paso al costado. El socialista Daniel de la Rosa sumó los 2 de Podemos a sus 11 y se hizo con el bastón de mando.
Tan sonado fue el golpe que Javier Maroto, senador del PP y entonces vicesecretario de Organización, anunció en Twitter una inminente moción de censura justo después de la investidura.
Dieciséis meses después, Ciudadanos le ha permitido a Vicente Marañón lo que no le consintió a Francisco Igea: apoyar al PSOE en detrimento del «socio preferente». Fuentes de Ciudadanos apelaban a las conversaciones entre Toni Cantó (Cs) y Ximo Puig (PSOE) en Valencia por los presupuestos, al estilo de Inés Arrimadas con Pedro Sánchez, para ejemplificar la nueva línea política que ha decidido imponer la líder naranja. Su voz en Castilla y León, Gemma Villarroel, nueva coordinadora autonómica del partido naranja, guarda silencio tres semanas después de ser designada y tras celebrar la primera junta directiva telemática junto a sus tres compañeros en las responsabilidades organizativas, Miguel Ángel González, Gema Gómez y Marta Sanz. «No tengo nada que decir. Nos parece bien», dijo Villarroel el 29 de septiembre sobre los contactos Cs-PSOE, en su presentación como nueva coordinadora autonómica. El día 6 de octubre se entrevistó en Burgos, como diputada provincial por León, con Lorenzo Rodríguez (Cs) y César Rico (PP), vicepresidente y presidente de la Diputación de esa provincia.
Publicidad
15 de junio de 2019 El grupo municipal de Vox en Burgos (dos ediles) no respeta el pacto nacional PP-Cs-Vox para evitar gobiernos de izquierda en los municipios donde sea posible. Vicente Marañón (Cs) obtiene los 12 votos de PP (7) y Ciudadanos (5), pero sale elegido el socialista Daniel de la Rosa con los dos apoyos de Podemos y los 11 concejales propios.
5 de febrero de 2020 PSOE y Cs pactan los presupuestos municipales para 2020.
18 de octubre de 2020 Cuatro meses de negociaciones acaban con un pacto que incluye a Marañón como viceportavoz.
Y es que Ciudadanos y PP tratan de acotar el acuerdo en el Ayuntamiento de Burgos a lo local. Sin embargo, las primeras incertidumbres se pueden dar a 170 metros de allí, en la Diputación, donde sí funciona el tándem de socios preferentes PP-Cs.
Por el momento, en el PP la rabieta pública la ha expresado la portavoz en el Ayuntamiento. A nivel regional, confían en la palabra dada por Ciudadanos, incluso desde su grupo parlamentario, de que cumplirán con el acuerdo firmado en su día y terminarán el mandato como socios de Gobierno en la Junta. Una coalición en la que desborda por su ubicuidad la figura de Francisco Igea, que opaca así las posibilidades de Gemma Villarroel de darse a conocer como la cara de futuro del partido. Para hacerse un hueco en el panorama regional, el Ayuntamiento de León puede resultarle insuficiente.
Publicidad
Mientras todo siga igual, ese hueco está cogido. A un lado, en la Junta, Igea. Al otro, en las Cortes, sin presencia como procuradora y con Luis Fuentes como presidente. Un año antes de que lleguen las elecciones de 2023 cada partido tendrá que definir sus candidatos. Villarroel es, hoy por hoy, la apuesta de Arrimadas. Para entonces tendría que haberse sacudido la sombra de Igea.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.