Cascajares de Bureba: Respirar tranquilidad, patrimonio y naturaleza
«Nuestra joya es la iglesia. Ha costado años lograr que luzca restaurada en gran parte, aunque todavía nos queda trabajo por hacer»
ESTAMOS en la comarca de La Bureba en la provincia de Burgos y a los pies de los montes Obarenes.Cascajares de Bureba es un pequeño pueblo, pero con mucho encanto. Aquí se respira tranquilidad, se disfruta del patrimonio y se siente el contacto con la naturaleza. Una localidad modesta en cuanto a número de población, pero orgullosos de nuestra historia y nuestras raices, y buscando un presente y un futuro lo más prósperos posibles. Es satisfactorio comprobar que con el paso del tiempo, hemos conseguido tener el casco urbano totalmente reformado, con calles urbanizadas, parques de recreo y una mobiliario acorde a los tiempos. Además, hemos conseguido también que los caminos rurales tengan una condiciones idóneas y se facilite la vida y la labor de todos nuestros vecinos.
Uno de nuestras mayores joyas es la iglesia de San Facundo y San Primitivo. Nos ha costado años lograr que luzca restaurada en gran parte, aunque todavía nos queda trabajo por hacer. Por ello estamos lucha ndo para consegir restaurar también el retablo.
Por otra parte, somos un pueblo solidario ya que tenemos una riqueza fundamental, que cada vez va cogiendo más valor, el agua. La compartimos con otros dos pueblos de la zona.
En lo que se refiere a nuestras celebraciones, tenemos varios festejos populares arraigados. La fiesta de Acción de Gracias en honor a la Virgen de Trichuelo que se celebra en el mes de septiembre. Además, conmemoramos en noviembre la festividad de San Facundo y San Primitivo. Otra de las fechas señaladas es el Día de San Isidro el 15 de mayo.
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No quiero terminar estas líneas sin referirme a nuestra riqueza natural, los montes Obarenes. Un auténtico lujo para los amantes de la naturaleza. En este espacio se han catalogado una amplia gama de flora y fauna. También un amplio catálogo de elementos de interés, tanto natural como cultural.
El patrimonio, la tranquilidad, la naturaleza y la hospitalidad de nuestras gentes, son excusas suficientes para detenerse en Cascajares de Bureba. Un alto en el camino que no deja indiferente al visitante por muchos aspectos. Un detino que no os podéis perder.
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