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Mauricia Ibáñez a las puertas del juzgado donde iba a celebrarse el juicio. RRH
La burgalesa Mauricia Ibáñez teme que sus hijos comiencen un proceso de «guarda con fines de adopción»

La burgalesa Mauricia Ibáñez teme que sus hijos comiencen un proceso de «guarda con fines de adopción»

Durante la mañana del martes debería haberse celebrado un nuevo juicio por el cierre de la intervención familiar, la no ampliación de visitas y el revocamiento de desamparo que ha sido suspendido a petición de la letrada de Mauricia Ibáñez

Ruth Rodero

Burgos

Martes, 3 de marzo 2020, 19:30

Mauricia Ibáñez se mostraba «optimista» a la entrada del juzgado de familia donde en la mañana del martes tenía un nuevo contencioso con la Junta de Castilla y León por la custodia de sus hijos de tres años. Un paso más en el largo proceso que esta burgalesa está recorriendo para recuperar la patria potestad de los mellizos que alumbró con 64 años.

Sin embargo, la vista se ha suspendido y tendrá que esperar de nuevo entre tres y cuatro meses para saber hacia dónde se encamina el proceso. Los motivos del juicio de hoy eran el cierre de la intervención familiar, la no ampliación de las visitas y la solicitud de revocar el desamparo por cambio de circunstancias.

«Hemos pedido también la reintegración de los menores por cambio de circunstancias dentro de los dos años desde que se dictó el desamparo. Nos lo han denegado, se lo pides a la Administración y si la Administración lo deniega acudes al juzgado», explicaba Margarita López Anadón, abogada de Mauricia.

El motivo de la suspensión viene dado por la no citación de los testigos y peritos solicitados por la letrada de Mauricia Ibáñez. «Pedimos que fueran citados dos testigos de la Junta: la persona que firmó la propuesta de cierre de la intervención familiar y la persona que estuvo interviniendo con Mauricia durante dos años. Pedimos también al psiquiatra que ya ha venido otra vez y el psicólogo», explicaba López Anadón. Sin embargo, desde el juzgado el jueves no habían citado a nadie ni la parte solicitante sabía se se iban a admitir los testigos y peritos como prueba o no.

«El mismo lunes solicité la suspensión si no los iban a citar o no me admitían la prueba, me dijeron que no se iba a suspender, hemos llegado hoy y nos han dicho que estaba suspendido», continuaba la letrada. La abogada aseguró también que la opción de que los mellizos puedan ser objeto de un acogimiento familiar con su hemana y vivir en Canadá con la sobrina de Mauricia Ibáñez «no la conoce».

El cierre de la intervención familiar puede ser el comienzo de una nueva fase del proceso y que los niños pasen a una «guarda con fines de adopción», como explicaba Margarita López Anadón y algo de lo que Mauricia no quiere ni escuchar hablar.

Por su parte, Mauricia Ibáñez mostraba su descontento por esta nueva suspensión. «Ya pasó también en 2018» y se quejaba amargamente: «Hemos venido a ver por qué suprimieron la chica que venía a mi casa y por qué no me amplían el régimen de visitas».

Además, aseguraba que «estaban esperando a que nacieran los niños para quitármelos y como no tienen ninguna prueba lo único que hacen es tergiversarlo todo para hacer daño, es el único fin». Para Mauricia lo peor no es es la suspensión del juicio, sino que «sigan diciendo que no tengo habilidades para tener hijos» y que «una vez que te quitan la educadora y te quitan la visitas ¿qué viene ahora? ¿Que me quiten la acogida? Después viene la preadopción».

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