![Los agentes entra en la sucursal después de que el atracador se disparase en la cabeza.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201711/01/media/cortadas/1402204059-k0qC-U5010009855NUB-624x385@El%20Norte.jpg)
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El Norte
Miércoles, 1 de noviembre 2017, 10:51
El atracador que murió ayer en Cangas de Onís tras dispararse en la cabezaanuncio a los negociadores de la Guardia Civil su intención minutos antes de cumplir su amenaza.
Según relata el diario El Comercio, los expertos de la Benemérita negociaron durante más de tres horas con el burgalés Juan Carlos S. G. para que dejase en libertad a los tres rehenes junto a los que se había atrincherado en la sucursal bancaria que pretendía atracar.
En un primer momento amenazó con disparar a las personas que retenía si no le dejaban huir. Un negociador, identificado como Ismael, le logró calmar y le entregó un teléfono móvil con el que poder mantener una comunicación directa con él. Como fruto de las conversaciones, pasadas las doce de la mañana el delincuente, que acababa de salir de la cárcel por un atraco cometido en Palencia hace seis años, liberó a los rehenes.
Después afirmó con rotundidad: «No quiero volver a la cárcel, antes me pego un tiro». Y así lo hizo.
«¿Qué se le dice a una persona que está atrincherada en un banco con un arma y varios rehenes?», le preguntaba El Comercio hace un año y medio a Ismael, el negociador de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón que ayer contribuyó a la liberación de los tres rehenes. Su contestación era concisa: «Hay que mantener la calma y tranquilizar al denominado DASS: delincuente armado, secuestrador o suicida». Detrás de su intervención hay muchas horas de formación, trabajo y dedicación.
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