Los encargados de poner la primera piedra fueron los trabajadores.

Empleados de Campofrío colocan la primera piedra de la construcción de la nueva fábrica

La Nueva Bureba será la factoría «más moderna de Europa» y prevé entrar en funcionamiento en noviembre de 2016

EL NORTE

Miércoles, 16 de septiembre 2015, 17:25

Rodrigo, Lorena, Juan Carlos, Juan José, Miguel Ángel y Loli fueron hoy los representantes de la plantilla que colocaron unos ladrillos personalizados y elaborados con cenizas de la antigua fábrica de Campofrío -destruida por el fatal incendio del 16 de noviembre de 2014- como símbolo de permanencia y fortaleza en la construcción de La Nueva Bureba.

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De esta forma, en un acto cargado de gran emotividad, estos seis empleados de la industria cárnica colocaron hoy la primera piedra como símbolo del comienzo de las obras de construcción de la nueva fábrica. Media docena de trabajadores que entre todos ellos suman 161 años de antigüedad; desde los dos años trabajando hasta los que llevan 43 años y que la fábrica incendiada ha sido «parte importante de sus vidas», según describió el propio presidente del Consejo de Administración de Campofrío, Pedro Ballvé.

Fue un acto en el que estuvieron arropados por más de 600 trabajadores de la antigua fábrica, además de por el burgalés Pedro Ballvé; el director general de Campofrío para el sur de Europa, Ignacio González; el presidente del comité de empresa, Hilario Sancho; junto a los representantes de los trabajadores de todos los sindicatos.

Asimismo, en el acto participaron el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, y la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, y la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, quienes dedicaron unas palabras de aliento, apoyo y reconocimiento a Campofrío y sus mejores deseos de futuro.

Una hora repleta de sentimentalismo en una carpa instalada para la ocasión debido a las adversas condiciones climatológicas, en la que una de las pantallas recibía al millar de asistentes con la frase: «Cuando uno se cae, puede tardar en levantarse. Pero eso sí, se levanta en el mismo sitio. Burgos». A ella le seguía otra de agradecimiento: «Gracias a todos por el apoyo recibido» firmado por Campofrío para terminar con: «Que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida».

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Cada uno de los 848 trabajadores de la antigua fábrica recibió igualmente en sus domicilios uno de estos ladrillos con su nombre como elemento conmemorativo. Antes de la presentación, los directivos y las autoridades fueron recibidos bajo aplausos que llegaron a superar el ruido del viento y la lluvia del exterior.

Componente humano

El primero en intervenir fue Ignacio González, director general de Campofrío para el Sur de Europa, quien ofreció los detalles de la nueva fábrica. Una instalación cuyas características mostró a los trabajadores y de la que señaló que «lo más importante son todas las personas que la harán funcionar día a día».

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Campofrío reafirma así los compromisos adquiridos con la recuperación de su actividad en Burgos, compromisos hechos públicos tan sólo unas horas después de la pérdida de su antigua fábrica. Pedro Ballvé agradeció a todas las instituciones y, especialmente, a la ciudad de Burgos por los apoyos recibidos. Asimismo, a toda la plantilla de Campofrío Food Group «por su esfuerzo continuado y compromiso a partir del día del incendio y que han hecho posible llegar hasta aquí».

La nueva fábrica de Campofrío en Burgos tiene prevista su puesta en funcionamiento a finales de 2016. La inversión prevista para a la puesta en funcionamiento de esta nueva instalación es de 225 millones de euros. Con la nueva fábrica, Campofrío prevé alcanzar una capacidad productiva superior a las 100.000 toneladas anuales y dar servicio al mercado español, portugués, francés, italiano, belga y estadounidense. Con una superficie construida de 97.000 metros cuadrados, la fábrica dispondrá de cuatro zonas principales: recepción de materias primas y control de calidad, productos cocidos, curados y una zona independiente para la actividad de loncheado y expediciones.

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La nueva planta absorberá a toda la plantilla de la antigua fábrica y durante su fase de construcción, según estimó, generará otros 800 puestos de trabajo directos, a los que habrá que sumar más de mil indirectos. 550 personas siguen en el ERTE y 185 trabajadores están recolocados en distintas factorías de Campofrío de Ólvega (Soria), Burjassot (Valencia), Torrijos (Toledo), Madrid y otros en el matadero de Burgos. Finalmente, avanzó que mantendrán próximas reuniones con la dirección para abordar el tema de la formación de los trabajadores de cara a estar mejor formados para su reincorporación.

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