El 10 de mayo finaliza el toque de queda y el cierre perimetral de Castilla y León

Un Javier Izquierdo optimista ha comenzado en Ávila el recorrido por las provincias de la comunidad para explicar a las delegaciones de CEOE el plan de recuperación, trasformación y resiliencia económica, que han diseñado desde el Gobierno de España para levantar la economía del país. Desde el Gobierno calculan que en agosto tendremos un 70% de la población inmunizada, por lo que según Izquierdo «estamos ante un escenario de claro tinte optimista en los próximos meses y años». El plan de recuperación económica lo forman 140.000 millones de euros divididos en 69.000 millones de euros de ayudas directas, que aprobarán en los Presupuesto Generales de 2021 y de los dos próximos años, mientras que los prestamos valorados en 71.000 millones de euros se solicitarán, si son necesarios, para el segundo trienio de este plan que tendrá una duración de seis años. Un Plan basado en proyectos en el que serán las propias empresas que para recibir las ayudas, tendrán que adaptarse a las condiciones que establecerá el Gobierno de España. Se trata de convocatorias de concurrencia competitiva en las que habrá unas bases para optar una serie de subvenciones, a falta de concretar los criterios de adjudicación que determine que proyectos se van a financiar, el porcentaje de la ayuda o la competencia, si se trata estatal o autonómica.

En la reunión que ha mantenido hoy Javier Izquierdo con el presidente de CEOE Ávila, Juan Saborido, le ha informado que la colaboración público-privada será uno de los aspectos clave para salir de esta situación. Por este motivo desde el Gobierno de España quieren mostrar su compromiso con los empresarios facilitándoles y agilizándoles los trámites administrativos con la institución, gracias a la aprobación de un Decreto Ley. Tal y como ha explicado el delegado del gobierno en Castilla y León este plan se sostiene en cuatro pilares: compromiso con la transición ecológica, fomentar la transformación digital de las empresas y de la formación, una escucha continua con el dialogo social para diseñar las políticas de ayuda, y por último afrontar esta situación con el optimismo que arroja el ritmo de vacunación.