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El día no terminó bien. Aun así, desde la Junta de Castilla y León seguían insistiendo en que el incendio de Navalacruz se controlará «pronto» aunque todavía no se puede confirmar, según el delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández. Las previsiones a ... las ocho y media de la tarde adelantaban una «bajada de las temperaturas y una parada del viento» en las próximas horas lo que, junto con «el gran número de efectivos» que están trabajando, hacía al delegado mostrarse algo más positivo. «Controlado y estabilizado» son dos términos que «técnicamente» no se pueden aplicar aún, insistía, pero, según Hernández, «lo estará pronto».
Todo apuntaba a que la noche de este lunes sería igual de intensa que las dos anteriores para el operativo de lucha contra incendios. Desde que el pasado sábado se originara por la avería de un vehículo en la N-503,ha calcinado más de 20.000 hectáreas de gran valor medioambiental, según el sistema de medición de la UE, Copernicus, que ha calculado un perímetro exterior de 100 kilómetros. No obstante, expertos en incendios como Francisco Castañares creen que podrían calcinarse otras 5.000 más hasta que el fuego quede completamente controlado. La Junta no habla de esos datos y reconoce «no menos de 12.000», en palabras del consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Según Suárez-Quiñones, «no hay precedentes en dimensión de los factores que han acelerado el fuego de la Sierra de la Paramera, con rachas de viento que han alcanzado hasta 60 kilómetros por hora, con una media de entre 40 y 50, con temperaturas de 38 grados y una escasa humedad del 4%». A juicio del consejero, «esto ha favorecido la expansión de las llamas», aseguró horas antes de que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco se trasladara también a la zona. Mañueco se informó de la situación del incendio en el puesto ubicado en El Barraco hasta donde fue trasladado desde Ávila siguiendo la evolución del fuego. No hizo declaraciones a los medios, pero en redes sociales anunció que desde la Junta «ya nos ponemos a trabajar para que la recuperación forestal, económica y social de la zona se produzca cuanto antes». Por Ávila pedía la declaración de zona catastrófica algo que, según el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, depende de la decisión final del Consejo de Ministros. Según el real decreto aprobado hace dos años, las corporaciones locales afectadas lo pueden solicitar.
A última hora del lunes los efectivos se afanaban en controlar el frente sur (Navarredondilla y Navalacruz) hacia donde se dirigieron con fuerza las llamas después de haberse cebado durante todo el día con el término municipal de San Juan del Molinillo, Villarejo, Navandrinal y Navalmoral de la Sierra. Desde la tarde-noche del domingo, el frente de fuego y humo se había dirigido hacia el Puerto de la Paramera (N-502) y al otro lado del Puerto de Navalmoral (Av-900). De hecho, a primera hora de la mañana la dirección del operativo decidió centrarse en este frente después de dar por controlado el primero.
La amenaza más seria se encontraba en el término municipal de esos cuatro pueblos. En ningún momento se pensó en evacuar, según el delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, que insistía en estar informado constantemente del avance de las llamas. «Hasta pasadas las diez de la mañana no ha llegado el magro del operativo», se quejaban los vecinos de los cuatro pueblos a los que la noche les había causado estragos físicos. Estuvieron acompañados durante ese tiempo por un coche de la policía militar, dos patrullas de la Guardia Civil y un coche de la UME. A partir de ese momento los helicópteros empezaron a sobrevolar la zona hasta completar un operativo de más de una veintena de medios aéreos y un millar de efectivos, según los datos oficiales.
«Ha habido un momento en el que lo tenían todo controlado, pero no se sabe por qué, se ha descontrolado. Había muchos medios trabajando pero a eso de la una del mediodía han vuelto a prenderse las llamas en Villarejo». Efectivos y vecinos empezaron a movilizarse hacia las nuevas zonas y de nuevo el 'monstruo' cruzó la carretera AV-905 y enfiló hacia Navalmoral y Burgohondo. De nuevo, incontrolable. «En un momento iba bien y se ha saltado», aseguraban los efectivos.
Pero no fue ese el único punto que alteró su labor. Pasadas las tres de la tarde un intenso foco despertó de nuevo en Navandrinal, quemó los pinares de San Juan del Molinillo, y fue devorando terreno de nuevo hacia Navalacruz. Fue entonces cuando se movilizaron 400 efectivos y 13 aeronaves, según el parte que hizo público la Delegación del Gobierno.
Los brotes de llamas y humo que va dejando a su paso serán «habituales» durante las próximas horas y días, según los expertos, y esto obliga a mantener la alerta entre los vecinos.
La noche entró despacio en el que ha sido el tercer día del incendio de Navalacruz. La corona del valle luce negra y a medida que pasan las horas, las llamas parecen divertirse asustando, hasta casi cortar la respiración, a todo el entorno. En los pueblos no se para. Calles para arriba y para abajo. Tensión. Llanto y el corazón afligido. En el centro de salud de Burgohondo, el que atiende a la zona, decían haber vivido «la peor» de las jornadas. En la noche del domingo no dieron abasto para atender tantos casos de insuficiencias respiratorias generadas, sobre todo, «por la tensión».
Durante el resto del día el olor a humo persistió y en el cielo, los helicópteros parecían competir con las máquinas para ver quién sonaba mejor. En cualquier caso, estremecedor. «Había humo por todas partes», describían los vecinos de estos pueblos, pálidos por el susto y el cansancio. Trabajando juntos han conseguido cercar algunos puntos con la ayuda de una pequeña 'bulldozer' que se mantuvo hasta las tres de la madrugada en los rincones más recónditos del término municipal. La idea era cercar el pueblo e impedir que llegaran las llamas, una cuestión «conocida» en todo momento. Lo consiguieron logrando minimizar el peligro entre la población. De hecho no se procedió a ninguna evacuación. De momento es un buen avance pero la lucha continúa, y aún sin control.
La Junta informó ayer a última hora de la tarde que, al margen del incendio de Navalacruz, solo siguen activos los declarados en El Raso, en el término municipal de Candeleda (Ávila), y Torresandino (Burgos). Medio Ambiente da por extinguidas las llamas en Castrojeriz, Villangómez y Valle de Valdebezana, los tres en Burgos, y en Riello, en León. Por último, los incendios de El Tiemblo y Pancorbo en Burgos y Cebanico en León se encuentran ya controlados.
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