«Porque el humo te puede matar; si no, yo no me voy de mi casa»

«Me he escapado un ratillo del trabajo para ver si necesitaban algo», asegura María, una ingeniero de caminos, vecina de Las Navas del Marqués, que este martes, sobre las 12:00 horas, se acercaba hasta el polideportivo municipal para visitar a Eugenio e Isabel, una pareja de nonagenarios que el lunes tuvo que abandonar su hogar en El Hoyo de Pinares ante el riesgo de que las llamas del incendio en Cebreros llamara a las puertas de su casa.

María, junto con un grupo de amigas, se acercó el lunes por la noche hasta el polideportivo en cuanto se enteró de que este era uno de los cuatro espacios habilitados por Cruz Roja y Protección Civil para realojar a los vecinos de El Hoyo, municipio de 2100 vecinos que este lunes por la noche tuvo que ser desalojado por la cercanía del incendio de Cebreros (Ávila).

«En un primer momento cogimos el coche y fuimos en dirección El Hoyo, por si podíamos traer hasta aquí a alguien, pero la carretera ya estaba cortada y no nos dejaron seguir». La alternativa, fue acudir al polideportivo por si se podían echar una mano. María vio muy pronto a Eugenio e Isabel, una de las parejas más veteranas, que le pidieron, por favor, si le podían dejar una almohada para dormir mejor sobre la cama articulada habilitada por Cruz Roja. Y María fue a su casa a por esa almohada.

«No es cómodo estar aquí, pero hacen lo mejor por nosotros», dice Eugenio Beltrán, quien ayer intentó hasta el último momento permanecer en su casa, sin tener que abandonar su hogar. «Estábamos los dos en el patio cuando pasó la Guardia Civil con la megafonía diciendo que teníamos que dejar la casa», cuenta Eugenio. «Yo creo que el fuego al pueblo no llegaba, pero lo peor es el humo. Porque el humo te puede matar, que si no, yo no salgo de mi casa», dice. Eugenio e Isabel tienen tres hijos que viven en Castellón. «Allí pasamos el invierno y venimos aquí en cuanto empieza el verano. Luego, en agosto, vienen los hijos», indica Eugenio quien a sus 90 años no contaba con vivir una situación así. «Lo ves por la tele, pero nunca piensas que te puede tocar a ti», comenta.

Eugenio e Isabel son la pareja más veterana de cuántos han tenido que ser alojados en uno de los centros de acogida desplegados por Cruz Roja y Protección Civil en Las Navas del Marqués. Allí han pasado la noche 81 personas, según explica Elena Domingo, responsable de Socorros y Emergencias de Cruz Roja en Ávila. La mayoría de los desalojados de El Hoyo durmieron en casas de familiares y muchos regresaron a su domicilio habitual en Madrid, ya que es muy alto el número de veraneantes que tienen segunda vivienda en El Hoyo.

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