El empate a seis concejales entre el Partido Popular y Arévalo Decide ha provocado que el gobierno municipal dependa del único edil del PSOE

Los resultados de las pasadas elecciones, con un empate a concejales entre el Partido Popular y la agrupación electoral Arévalo Decide, hacen que el gobierno del municipio y la alcaldía dependan de la decisión que tome en la sesión de investidura el concejal del PSOE, bien absteniéndose o votándose así mismo, lo que supondría la alcaldía para el popular Vidal Galicia Jaramillo, o dando su apoyo a Arévalo decide, con lo que el primer edil sería el ex socialista Francisco León Gómez.

Para el edil socialista, Rodrigo Romo, la situación es difícil. Consciente de que su voto es decisivo para el gobierno de la ciudad durante los próximos cuatro años, tras haber tenido un primer contacto con los miembros de Arévalo Decide y del Partido Popular, el concejal del PSOE manifiesta que aún se está lejos de tomar una decisión.

Considera, y tal como llevaba en su programa que el próximo Ayuntamiento ha de estar gestionado de una forma muy distinta a la que se ha realizado en la legislatura que ahora termina, en la que tiene que ser más participativa, con presencia de todos los grupos en los órganos de Gobierno. No obstante Romo manifiesta que él está pensando, junto a su equipo del PSOE en los vecinos de Arévalo, no en él y necesitan templanza, muchas más negociaciones para buscar lo mejor para que los arevalenses tengan lo que se merecen.

Vidal Galicia, alcalde de Arévalo desde 2003 con el PP y ganador de las elecciones al haber obtenido el mayor número de votos considera que los arevalense en su mayoría han querido que mantenga un gobierno, que con los mismos votos y en otras circunstancias le hubieran dado una nueva mayoría absoluta a los populares. Lo que ocurre, según el edil popular, en que ha habido una confluencia de factores, donde tres de las formaciones aspirantes se han quedado sin sillón en el salón de plenos debido a una concentración de votos hacia la nueva agrupación electoral.

Manifiesta que en la actualidad el Ayuntamiento está muy saneado económicamente, con importantes inversiones ya contratadas, tanto en mejoras viales, recuperación del patrimonio histórico, infraestructuras medioambientales, así como otros proyectos de futuro que se verían en peligro de realizarse las cuales se verían en peligro con un cambio de gobierno, por lo que espera a la responsabilidad del concejal del PSOE para que con su abstención el PP pueda mantener el Gobierno que han querido la mayoría de los arevalenses.

Finalmente el cabeza de lista de la agrupación electoral Arévalo Decide, Francisco León, quien fuera el último alcalde socialista de la ciudad, en la  legislatura 1999-2003, considera de increíbles los resultados de su formación, que partiendo de cero hace unas semanas, ha conseguido igualar en concejales al PP, lo que achaca al reconocimiento de los ciudadanos a la labor realizada por el equipo durante la campaña electoral, realizando un esfuerzo para llegar puerta a puerta a todos los vecinos.

En relación a si puede conseguir ser de nuevo alcalde de Arévalo, manifiesta que en esta ocasión la decisión la tiene el concejal del PSOE, quien tiene que «elegir entre que gobierne el pueblo o mantener otros cuatro años más al Partido Popular, con más de los mismo». Para ello PSOE y AD, están obligados a entenderse, ya que según León, los vecinos de Arévalo han decidido dar un vuelco a la situación municipal, encargándoles a ellos liderar el dar protagonismo a la gente, y esto Romo y su equipo tienen que comprenderlo.