Emerge del embalse de Las Cogotas el vino de Viña Alondra

La bodega Viña Alondra ya ha puesto a la venta el vino que mantuvo bajo el agua durante diez meses en el embalse de Las Cogotas.

Antes de ser introducido en el agua, el vino permaneció durante otros 12 meses en barrica de vino francés, aunque lo que lo hace especial son las últimas semanas que ha pasado sumergido.

Se trata del primer vino del mundo que ha sido sumergido en agua dulce en su proceso de maduración. Lo han llamado ‘Crianza especial sumergido’ y proviene de las cepas viejas del municipio de Langa, en Ávila.

La idea surgió a raíz de los «vinos accidentales», como llamaban a la antigua práctica de introducir las botellas en el pozo al acudir al huerto, de modo que salieran frescas.

Almudena Castelló, al frente de la empresa Viña Alondra junto a sus hermanos Luis y Enrique, ha explicado que ése mismo vino sumergido se cataba meses después, al limpiar el aljibe.

El vino de crianza de 2014 fue introducido en Las Cogotas a finales de 2016; un total de 250 botellas se perdieron en las profundidades del embalse, etiquetadas y numeradas a mano. A día de hoy, su precio de venta ronda los 80 euros.

Otra línea de vinos de la misma empresa ha sido presentado con un enterramiento particular: durante 186 días quedaron sepultadas 510 botellas a cuatro metros de profundidad, entre las viñas.

«El sumergido es más suave y ácido», han explicado los viticultores, «el enterrado tiene más toques minerales».

Desde la empresa recomiendan que sean decantados antes de ser servidos, porque la inmersión y el tiempo que permanecieron en la botella impiden que se aireen.

Con éste sistema de hacer vino, pretenden «recuperar el valor de lo tradicional» mientras se da a conocer a la bodega por prácticas tan curiosas. Apuestan por repetir la experiencia que ya les ha llevado a distribuir su vino por Langa, Ávila, Madrid, Segovia, y en pequeñas exportaciones a México, Bélgica y Alemania.