La ciudad cumple veintitrés años de las Jornadas Medievales, que cada septiembre saca a la calle a miles de abulenses y turistas venidos de toda España, en una fiesta donde el centro se convierte literalmente en una urbe medieval.
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El aspecto de las calles y plazas se transforma durante tres días con pendones, banderas, pacas de paja y melodías evocadoras de la Edad Media, que inundan el centro de la urbe, introduciendo a aquel que se adentra en esta zona de Ávila en una ambientación envolvente.
Estas XXIII Jornadas Medievales «Mercado de las tres culturas» esperan la llegada de más de cien mil personas durante este fin de semana, lleno de actividades, que se ha inaugurado esta mañana con un pasacalles.
Es el segundo año que esta cita goza de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, aunque para los abulenses es una de sus fiestas grandes, contribuyendo a ello el buen tiempo de primeros de septiembre y la coincidencia con el fin de las vacaciones, antes del inicio del curso escolar. Todo ello hace que los ciudadanos abulenses salgan ataviados con multitud de prendas de corte medieval durante las tres jornadas, desde la mañana hasta bien entrada la noche, independientemente de la edad.
Ciento cincuenta actividades, que se suman a trescientos puestos de venta de distintos productos, bien sean gastronómicos o artesanales, se distribuyen a lo largo de las calles ambientadas, que también acogerán desfiles, bailes y actuaciones. Este año, además, a los espacios ya habituales se suman otros como el Episcopio y el jardín y el arco del paseo del Rastro.
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