Profesor de Investigación ad honorem del C.S.I.C. en el Instituto de Filosofía. Doctorado por la Wilhems-Universität de Münster y por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido director del Instituto de Filosofía e Investigador Principal del proyecto 'La filosofía después del Holocausto'. De entre sus libros: Medianoche en la historia, Trotta, Madrid, 2007. Tratado de la Injusticia, Anthropos, 2011, Barcelona y La piedra desechada, Trotta, 2013. Su última publicación es El tiempo, tribunal de la historia, Trotta, 2018 Madrid. Articulista de en El Norte de Castilla y El Periódico de Catalunya.
«Se habían dicho de todo, pero se pusieron de acuerdo en nombre del bienestar y de la paz. Una pena que momento tan solemne como unas elecciones europeas se malgaste en vulgaridades como las que estamos viendo»
«El bochornoso espectáculo del Consejo General del Poder Judicial, secuestrado por intereses inconfesables es buena prueba de que lo de la ejemplaridad no es su prioridad»
«Hoy se ha impuesto el extraño mantra de que las diferencias son sospechosas: produce desasosiego el catalán o vasco, pero también el negro o, sencillamente el que piensa de otra manera o tiene otra empatía política»
«No hay pues que ser culpable para sentirse responsable. El cómo y cuánto de la responsabilidad no está escrito pues depende en primer lugar de la sensibilidad de la propia conciencia»
«El problema no está entre un nosotros y los otros que vienen de fuera, sino dentro del pueblo mismo que en el pasado sacrificó a los que pensaban de otra manera y hoy declara indeseables a los que no son de allí»
«Uno puede estar con todo derecho a favor o en contra, pero se espera de que quien hable en público tratando de ganar adeptos que no se quede en estimular los bajos instintos»
«El mayor riesgo que corremos consiste en desperdiciar la ocasión y volver a las andadas, porque cuando la historia se repite no suele tomar la forma de comedia sino de tragedia»
«Aceptar la dura realidad en este caso tiene la grandeza moral que supone salvar vidas propias y ajenas, reduciendo el sufrimiento de los que hacen y padecen la guerra»