![A la caza del deportista completo](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202212/16/media/cortadas/zapas-kBmH-U1801065042168CYC-1968x1216@El%20Norte.jpg)
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Se han cumplido el pasado agosto 25 años desde que Abel Antón se coronora en Atenas leyenda del atletismo con motivo del Mundial de maratón. El soriano cruzó la línea de meta solo unos metros por delante de Martín Fiz en un tiempo de 2h13:16, y ambos subieron al podio calzando unas zapatillas que hoy son moneda común en cualquier carrera popular. Unas Reebok, desprovistas de placas de carbono ni almohadillas o espumas que facilitaran la pisada. Tampoco el reloj que llevaban anclado a la muñeca hacía migas con las nuevas tecnologías.
El deporte, por entonces, se movía a otra velocidad, paquidérmico si se quiere visto desde la distancia que proporcionan veinticinco años. Los avances tecnológicos hoy día, ya no es que vayan intrínsecamente ligados al deportista profesional, directamente han devorado por completo cualquier gesto, guiño o movimiento que llevan a cabo en el desarrollo de su especialidad. Y en ese amplio abanico ya no solo se incluyen los materiales, también una búsqueda en la progresión de las capacidades fisiológicas que ayude a moldear la figura de un atleta cada día más inteligente. Cada paso más completo.
Ya no basta con afinar la hoja de ruta, con plantear una sesión de entrenamiento lo más redonda posible. Se trata de cumplir con unos parámetros previamente establecidos y estudiados al milímetro.
Y en esa carrera sin freno que propone en la actualidad el deporte profesional, el keniata Eliud Kipchoge es solo un ejemplo más. El actual recordman mundial de maratón, primero en bajar de las dos horas en una carrera –la celebrada en Viena en 2019–, es exponente de uno de esos experimentos de laboratorio que le han facilitado detener el crono en 2h:01:09. Y recortar nada menos que en 12 minutos y 7 segundos el crono que le permitió a Abel Antón proclamarse campeón del mundo veinticinco años antes.
Huelga apuntar que las zapatillas no baten marcas por sí solas, y que si no corres por debajo de 4 minutos el kilómetro resultaría imposible dar tales bocados al reloj. Pero la irrupción sin freno de las nuevas tecnologías sí han ayudado de forma definitiva a mejorar el entrenamiento diario de los deportistas, perfeccionar su puesta a punto y también su recuperación, y disparar exponencialmente su rendimiento sobre un tartán, asfalto, cancha o terreno de juego.
Pasado mañana serán historia, pero las Nike Air Zoom Alphafly NEXT% 2 que calzó Kipchoge en Berlín se adaptan como un guante a una técnica de carrera bien depurada, impulsada por la placa de carbono que lleva la zapatilla en su interior y que está diseñada con forma de balancín. Unas zapatillas que han levantado cierta polvareda y provocado que el atletismo se haya visto obligado a mediar, reglamento en mano, debido a que las mejoras empezaban a tener algo de artificial.
El mundo del balonmano no ha evolucionado en la misma medida que otros deportes, pero también ha ido haciendo sus pinitos en los últimos años. En el caso del Recoletas Atlético Valladolid, el clásico vídeo que utilizaban durante la semana entrenadores como Manolo Cadenas o Juan Carlos Pastor para corregir errores se ha perfeccionando y ahora es David Pisonero, uno de sus discípulos, quien lo utiliza en pleno partido para intentar sacar provecho en determinadas situaciones. «Llevamos dos años haciéndolo, y siempre en casa», apunta el técnico vallisoletano, haciendo referencia a las facilidades que ofrece Huerta del Rey frente a otros pabellones en los que se requiere mayor logística. Se trata básicamente en capturar en directo la señal del partido para, mediante un programa específico, cortar situaciones muy específicas previamente acordadas. «Igual decidimos ver el pase al extremo o la conexión con el pivote, por ejemplo, y a partir de ahí el programa extrae doce segundos de cada una para un corte total de cuatro minutos. Ese corte se lo ponemos a los chicos al descanso para que vean cómo se ha defendido para corregir errores muy concretos», explica Pisonero.
El técnico vallisoletano, que fue uno de los pacientes sufridores del VHS, lo considera beneficioso «porque los jugadores ven sus propios fallos» en directo, y con la opción de corregirlos al instante. «Aunque no todas las plantillas son receptivas a estas innovaciones», puntualiza.
Podría decirse que esa búsqueda del deportista más inteligente se inició con el nuevo siglo y no conoce techo. Lo que hace dos décadas parecía una utopía, hoy no parece inverosímil. A pesar de que los científicos aseguran que los récords tienen límites, nadie pone en duda que topes como el de Usain Bolt, el velocista más rápido del planeta (9:58 en los 100 metros por los 9:84 que firmó Domnovan Bailey hace 25 años), serán papel mojado más pronto que tarde –la Federación Internacional ha llegado a situar el límite en los 100 metros en 9:27–. Oque hoy mismo esté naciendo un jugador que mejore los registros de Michael Jordan o Leo Messi.
Mientras la tecnología avanza, y alguien en un laboratorio desarrolla la ingeniería del genoma, los profesionales del deporte se afanan en mejorar el rendimiento de sus jugadores/atletas.
El mundo del fútbol, atado ya de por vida al Big Data, es un fiel ejemplo del atropello que ha sufrido de un tiempo para acá. «La tecnología ha ido sobrepasando al factor humano y a día de hoy es algo descontrolado. No importa el sector, se generan multitud de datos y estamos sobrepasados», reconoce Paco González, analista y uno de los mayores expertos del Big Data aplicado al fútbol, que dio sus primeros pasos en los años 90 aplicando la tecnología en las cadenas de trabajo de Renault.
Este vallisoletano ha trabajado para equipos como el Sevilla, PSG, Las Palmas o el propio Real Valladolid, club al que abrió los ojos en esta materia. Fue él quien situó al club en la vanguardia, empezando a trabajar con tres 'sandbox' (un servidor en la nube): de negocio, de juego y en aspectos del día a día. «Llegué en 2017 y eran bastante recelosos con este tema. No se invertía un solo euro y por no haber, no había ni dispositivos GPS para gestionar las cargas de los jugadores, eran cedidos por la Universidad Europea de Madrid. Solo cuando llegaron los resultados se empezó a confiar y a invertir. Fue bastante duro porque no había ni hay perfiles tecnológicos, sí deportivos, y hubo que formarlos y adaptarlos», apunta Paco González, ahora también delegado en Castilla y León de la Asociación de Directores Deportivos (ADDE). «En cinco años el prototipo de director deportivo que conocemos va a cambiar y el actual desaparecerá», anuncia.
Todo lo que rodea al mundo del fútbol, desde la figura del entrenador hasta la del director deportivo pasando lógicamente por la del detector de talentos, pasa por el estudio al detalle de cada uno de los datos que arroja el futbolista. El proceso empieza por la toma de datos, continúa con el análisis pormenorizado y culmina con el correspondiente reporte a un informe.
Desde la LaLiga se ha abanderado este proceso de transformación, y en la actualidad pilota la digitalización del negocio a través de la llamada Liga Impulso y su filial, la Liga Tech. Los propios fondos CVC, impulsados y repartidos a los clubes –a excepción de Real Madrid, FC Barcelona y Athletic Club–, incluye una partida para el desarollo tecnológico.
Si trasladamos la llegada de las nuevas tecnologías al césped se podría decir que forman parte de la plantilla y tienen nómina en los clubes. Hoy día no hay nada de lo que suceda en un terreno de juego, sea en pleno partido o en una sesión de entrenamiento que no quede registrado y convenientemente archivado en un disco duro. Cada esfuerzo se mide al milímetro a través de dispositivos GPS, bienpara reconducir hábitos y mejorar rendimientos o bien para evitar recaídas o lesiones.
«Analizamos absolutamente todo, las previas, los entrenamientos, todos los esfuerzos,... salvo lo que hacen los jugadores en sus domicilios, se registra todo», ha llegado a comentar Pacheta en más de una ocasión.
No solo la parte deportiva se ha visto beneficiada por la constante evolución de las nuevas tecnologías. El día a día de los clubes ha mejorado hasta límites insospechados en aspectos que antes suponían una inversión importante en tiempo y dinero. La venta de entradas y/o abonos es uno de esos detalles que hoy pasa inadvertido por las facilidades que genera la vía online, pero que hasta no hace tanto suponía un verdadero quebradero de cabeza. Los aficionados más veteranos recordarán las colas eternas que se formaban en las taquillas del estadio, especialmente cuando visitaban Zorrilla Real Madrid o FC Barcelona.
En el caso del Real Valladolid, el club ha invertido en los últimos años en material de última generación para conseguir que los terrenos de juego estén en las mejores condiciones posibles. Así, y desde la llegada de Ronaldo Nazário, cuenta con aparatos que miden la humedad, pluviometría y el índice de rayos UV sobre el césped, además de una cámara termográfica que controla el césped para prevenir enfermedades y lámparas de luz ultravioleta para favorecer el crecimiento del césped.
Esto ha propiciado que el club disponga de unas instalaciones acorde a lo que demanda el fútbol profesional y también el crecimiento de los jugadores de cantera. El nacimiento de la Ciudad Deportiva multiplicará exponencialmente estas prestaciones y reforzará la idea primigenia de recolectar más calidad propiciando más cantidad.
Ocho años acaba de cumplir el club de baloncesto que nació bajo la batuta de Mike Hansen y se dio a conocer con el apelativo de 'las ardillas'. Su desarrollo, por lo tanto, ha sido muy lento en lo que a adaptación a las nuevas tecnologías se refiere. Podría decirse que se ha subido con el tren ya en marcha, con una estructura de salida muy limitada y una incidencia más palpable en su día a día con el aficionado.
Esa evolución se aprecia más, por lo tanto, en los canales de comunicación que ha ido incorporando y en la consolidación de una base de datos mucho más fiable. Lo que antes era un goteo constante de aficionados por las oficinas para retirar, bien el carné de abonado o bien las entradas correspondientes a un partido en concreto, ha pasado a la historia desde hace tres temporadas con la venta online.
Al igual que el fútbol, también el baloncesto depende mucho del acierto en la contratación de jugadores. Y en ese proceso de análisis pormenorizado de todo lo que rodea al jugador, el escenario ha cambiado bastante desde finales de los 90. «Tanto como que antes se hacía todo de un modo artesanal, con el vídeo VHS copiando el minuto de la jugada que querías analizar para luego hacer unos informes muy básicos. De hecho nos fijábamos mucho en prensa escrita de lo que se decía de ese jugador que te interesaba», explica Paco García sobre un escenario que dista un mundo de la actualidad. «Ahora hay aplicaciones dedicadas al despiece del jugador que quieres contratar: los tiros que hace, las veces que va hacia dentro, situaciones defensivas,... Y con tus propios jugadores también tienes la capacidad de saber los esfuerzos que hacen en un entrenamiento, lo que corren, las veces que saltan,..», añade el entrenador del Real Valladolid Baloncesto. «¡Lo que vivimos hoy te lo dicen hace 25 años y piensas que es ciencia ficción!».
Las nuevas tecnologías ayudan también el mismo día de partido. «Te permite editar determinados cortes en el descanso para corregir errores o exponer situaciones de partido. Estamos mucho más preparados porque la tecnología nos ha ayudado a saber más y a simplificar el trabajo», explica el técnico vallisoletano sobre una metodología que facilita la gestión de esfuerzos para mejorar el rendimiento de los jugadores. «Ahora no se llega a los 30 minutos de media en la pista cuando antes era habitual. En pretemporada, por ejemplo, tenemos dos consignas muy claras: nadie juega más de diez minutos seguidos y nadie más de 30 en total», señala Paco García.
Ahora existe un registro pormenorizado de todas y cada una de las butacas ocupadas del pabellón Pisuerga, así como de los abonados del club, con los que se ha mejorado y ahondado en una relación más directa. Desde el departamento de comunicación que dirige Víctor Garrido se ha establecido un canal desde el que se les informa, a través de una newsletter, de toda la actualidad que rodea al club.
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David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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