Rodrigo Ares e Isabel Marqués ganan la Carrera Pedestre de Zamarramala

A pesar de sus cuestas, de sus continuas subidas y bajadas, Segovia es una estupenda ciudad para correr. Ofrece mil rincones para ello. Lo puedes hacer igual por sus calles principales como por los barrios más apartados del casco histórico. También se puede elegir entre correr en las pistas de atletismo Antonio Prieto, en la Ciudad Deportiva de La Albuera, como decantarse por las zonas urbanas y espacios naturales integrados prácticamente en la ciudad. Dentro de ese amplio abanico de lugares en los que saciar la sed de 'running' también habría que incluir a los barrios incorporados, algo más alejados del núcleo urbano pero tan segovianos como la Plaza Mayor o Fernández Ladreda.

Hace dos años la federación de asociaciones de vecinos que los agrupa puso en marcha un circuito de carreras pedestres con el objetivo de acercar al resto de los segovianos el encanto de estos barrios; de reivindicar que ellos también forman parte de Segovia y poseen rincones dignos de conocer. Esa iniciativa ha tenido continuidad este año, aunque una de ellas, la de Zamarramala, decidió seguir por separado. El circuito está formado únicamente por las citas de Hontoria (celebrada el pasado 13 de abril), Torredondo, que tendrá lugar el próximo domingo, Perogordo (8 de junio) y Madrona (13 de julio).

Juntas o cada unas por su lado, estas pruebas como este domingo la de Zamarramala, organizada por la Asociación Pinilla e Intenxity Sport permiten correr por el campo a apenas unos centenares de metros del centro de Segovia. Hay más carreras pedestres en la provincia, pero ninguna tan cerca de la capital como estas. En Zamarramala, donde al concluir las diferentes pruebas se sortearon regalos, se dieron cita cerca de un centenar de deportistas, entre atletas populares, que fueron a los que se dirigieron principalmente los focos; niños, que también tuvieron su carrera; 'bikers', que disfrutaron de una marcha en bicicleta de montaña; y andariegos, para los que también había reservada una caminata de seis kilómetros.

Calor

El calor fue uno de los protagonistas de la cita. Lo sufrieron sobre todo los participantes en la carrera pedestre, que además se enfrentaron a un cambio de recorrido respecto a la edición del año pasado. Esta vez tenían que afrontar en el tramo final prácticamente toda la subida por la carretera que conecta San Marcos con Zamarramala. Esa circunstancia provocó que algunos atletas llegaran a la línea de meta desencajados por el tremendo esfuerzo realizado, pues la carrera, además de ese último sector, en el que se cambiaba la tierra por el asfalto, se componía de nueve kilómetros.

El que mejor supo adaptarse a las circunstancias fue el madrileño Rodrigo Ares, un habitual en las pruebas que se celebran en Segovia. El de Guadarrama cruzó la línea de meta de la mano de su compañero de equipo José María Gómez Santero, que le cedió generosamente la victoria a pesar de que ambos entraron al mismo tiempo. Tercero quedó un segoviano, Fernández Gómez Palmero, que no pudo resistir el ritmo de los dos primeros. Mientras, la batalla por la victoria en mujeres se la adjudicó Isabel Marqués, que corría en casa. Detrás de ella se clasificaron Cristina Mateo e Isabel Plaza.