Los hijos del hombre asesinado en la calle Nicasio Pérez sospecharon del amante de su madre

Los hijos del Rufino Arranz, asesinado en la calle Nicasio Pérez de Valladolid el 21 de marzo de 2011, sospecharon desde el primer momento que el amante de su madre podría ser el responsable del crimen. Así lo aseguró en la sesión de este lunes el hijo menor del matrimonio, que cuando ocurrieron los hechos vivía en el domicilio familiar, durante su declaración en la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra José Manuel Martínez, informa Ical.

Con la voz entrecortada por la emoción, el hijo reconoció a preguntas del fiscal que el mismo día del crimen le comentó a su madre su sospecha, algo que ella siempre intentó negar, además de pedirla que confesara a la Policía su relación sentimental con el acusado.

En su declaración, el hijo también hizo referencia a la fuerte discusión que mantuvieron sus padres en la noche del 15 de noviembre, una vez que su padre descubrió que su madre utilizaba a escondidas un teléfono para comunicarse con José Manuel Martínez, así como la posterior conversación telefónica que esa misma noche sostuvieron con el acusado, asegurando que su padre le llegó a decirle que, si era tan valiente, viniera a buscar a su madre.

El hijo, que entonces estudiaba Medicina, aseguró que su padre luchó por salvar su matrimonio y aunque al final estaba derrotado, en los días previos al crimen en la relación de sus padres había una cierta paz y una mejoría.

Por su parte, la esposa de Rufino Arranz insistió durante el interrogatorio que el acusado estaba obsesionado con mantener la relación sentimental con ella y afirmó que José Manuel Martínez nunca la confesó que el día del crimen estuvo en Valladolid. Además, preguntada por la declaración en la que el acusado aseguró que fue ella quien le comunicó la muerte de su marido el mismo día 21 por teléfono, afirmó que no soy consciente de haber hablado ese día con él.

A su vez, la mujer de la víctima reconoció que el día 16, tras la fuerte discusión telefónica, el acusado viajó hasta Valladolid e insistió que me fuera con él. Cuando le dije que había desaprovechado su oportunidad y le insistí en que quería recuperar mi matrimonio, me contestó que ya sabía lo que tenía que hacer.

Al mismo tiempo, confirmó que tras el asesinato de su marido retomó la relación sentimental con el acusado y reconoció que fueron momentos muy difíciles, ya que perdió su trabajo y sus hijos dejaron de hablarla. Me daba asco a mí misma, aseveró

En la jornada también declaró un vecino de Rufino Arranz, que además de confirmar que desde la ventana de su casa vio alejarse a una persona de la escena del crimen con la cara semitapada con una braga y un gorro, y la ex mujer de José Manuel Martínez, que a preguntas del fiscal y de las dos acusaciones insistió en el estado de nerviosismo de su exmarido tras la operación de rodilla a la que sometió el día 22, un día después de cometer el crimen según sostiene el fiscal.

José Manuel Martínez se enfrenta a una pena de 19 años de cárcel y al pago de una indemnización de 200.000 euros, 75.000 para cada uno de los dos hijos de la víctima y 50.000 para la viuda, según la petición de la Fiscalía, mientras que las acusaciones particulares elevan la pena hasta los 20 años de prisión.

La Fiscalía sostiene que sobre las 8:05 horas del 21 de noviembre de 2011 el acusado asaltó a su víctima por la espalda cuando ésta se disponía a subir a su coche y la asestó dos puñaladas seguidas a la altura del corazón, la segunda mortal de necesidad, que le causaron la muerte en pocos minutos. Además, según el relato de algunos testigos, el presunto asesino fue visto unos cuarenta minutos antes semioculto cerca del coche de la víctima, en la esquina de la plaza San Juan con la calle Nicasio Pérez, llevando su rostro oculto por un braga oscuro y la cabeza tapada con un gorro de la misma tonalidad.