Wert posibilita otro expolio del Archivo al avalar al Patronato de la 'era Zapatero'

El Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León se quedarán solos en la inevitable votación que deberá afrontar el Centro Documental de la Memoria Histórica sobre el envío de nuevos fondos a Cataluña. El alcalde Alfonso Fernández Mañueco y la titular regional de Cultura, Alicia García, se verán las caras a lo largo de los próximos tres años en este órgano con las mismas personas que fueron designadas como vocales del Patronato bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, personas que votaron precisamente a favor de la salida de legajos del antiguo Archivo de la Guerra Civil dando satisfacción a las persistentes reivindicaciones de la Generalitat.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, firmó el pasado día 20 la orden por la que se nombran diez vocales del Patronato del CDMH, tal como se recoge en el Boletín Oficial del Estado del 26 de febrero. Los técnicos habían cesado formalmente de sus puestos en noviembre de 2013, momento en el que se agotó el periodo de su anterior nombramiento (noviembre de 2010), pero tras unos meses de vacío legal, el Ministerio que dirige Wert se ha decantado por el continuismo, manteniendo en el Patronato a las mismas personas.

La medida tiene «un enorme calado», según enfatiza el investigador salmantino e incombustible luchador contra el expolio del Archivo, Policarpo Sánchez, dado que supone corroborar que en la próxima votación en torno a una nueva salida de fondos documentales del Palacio de San Ambrosio unas 500 cajas y más de 3.000 libros, entre otros enseres la mayoría de la composición del Patronato votará favorablemente al traslado de los mismos a Cataluña. De hecho, el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferrán Mascarell, anunció a mediados de febrero que había alcanzado un acuerdo con el Ministerio para recibir los papeles solicitados en «el plazo de unas semanas».

El Patronato del CDHM está constituido por varios vocales natos, como son los representantes del Ministerio de Cultura (el caso del propio ministro Wert, quien lo preside), junto a otros tres miembros de distintos organismos. Engrosan también las filas del Patronato la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Salamanca y la Universidad, con un miembro cada uno.

Aparte de estos miembros natos, el Patronato dispone de otros 10 vocales, que fueron designados por el Ministerio durante la etapa socialista y que, curiosamente, vuelven a repetir bajo el Gobierno del PP tras la controvertida orden rubricada por el propio Wert y que fue publicada el pasado miércoles en las páginas del Boletín Oficial del Estado. Entre estos vocales se encuentran archiveros como Ángeles Valle de Juan; periodistas como Dolores Saiz García y Victoria Prego, e historiadores como José Luis Abellán García, Santos Juliá, Ángel Viñas y Nicolás Sánchez Albornoz. Todos ellos estuvieron ya en el primer Patronato nombrado en el año 2007, sumándose a ellos en 2010 las catedráticas Ángeles Cenarro y Alicia Alted.

Las reacciones a los diez nombramientos rubricados con la firma de Wert no se han hecho esperar y han desencadenado un nuevo huracán de diatribas. Así Policarpo Sánchez, quien promueve la constitución de una plataforma ciudadana contra el expolio y que sentará a la Generalitat en el banquillo con una demanda judicial, pidió ayer la «destitución fulminante de Wert», argumentando que «si ni siquiera es capaz de nombrar a colaboradores leales, que lleven adelante la política que defendió en la oposición el PP, difícilmente se puede esperar de él una mínima resistencia a seguir entregando el patrimonio español a quienes se encaminan hacia la independencia».

En su batería de peticiones, Policarpo Sánchez clamó por la «destitución fulminante» de José María Lasalle, secretario de Estado de Cultura, «hombre que ejerce de hecho la representación de la Generalitat en Madrid». También demandó «la destitución fulminante» de Severiano Hernández, subdirector general de los Archivos Estatales, «nombrado por Zapatero y mantenido en el cargo por Wert». El incombustible abanderado de la unidad del Archivo consideró que «ha llegado el momento de que Mariano Rajoy se pronuncie con rotundidad». Y es que, a su juicio, el Ministerio de Cultura «le ha puesto en el disparadero» al nombrar «a sus enemigos al frente del Patronato del Centro Documental de la Memoria Histórica», por lo que «la pelota está en su tejado». Para Sánchez, «el presidente del Gobierno debería poner orden de inmediato, porque parece que el PP no controla lo que ocurre en el Ministerio de Cultura».