El Ayuntamiento de Villarino de los Aires denuncia el estado del río Tormes

El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Villarino de los Aires, Juan Manuel Temprano Lorenzo, denunció durante la mañana de ayer el estado «más que lamentable en el que se encuentra la desembocadura del río Tormes en el Duero» a su paso por la localidad, «es un lugar sucio, tétrico y desolado donde impera el desorden natural causado por el hombre», ahondó el edil.

En referencia a esto, Temprano aseguró que «no es algo nuevo pero sí cada mes que pasa, la situación es más grave», ya que hay una «barbaridad de árboles secos caídos que cortan el paso del agua. Además, el caudal del río está totalmente lleno de vegetación, formando así un tapón que tiene todo el agua parada».

Ahora los árboles se salen de su espacio y ocupan el cauce por el que hace 40 años corrían «decenas de metros cúbicos de agua». El bosque «invade» su espacio natural desde que la presa de Almendra convirtió su caudal en «un simple regato», incapaz de evitar la terrestrificación del cauce y el mantenimiento de su hábitat.

Además de pertenecer al Parque Natural Arribes del Duero, este tramo presenta uno de los lugares de mayor riqueza y diversidad ecológica de la provincia, y esta condición se está viendo cada día seriamente dañada por la «inacción» de las distintas administraciones, «como la Confederación Hidrográfica del Duero, Junta de Castilla y León y Parque Natural Arribes», afirmó Temprano.

Por todo ello, el Consistorio ha vuelto a hacer pública su queja contra la Confederación Hidrográfica del Duero, «que lleva varios años anunciando que con el proyecto que tienen redactado limpiarían el río Tormes aguas abajo, desde la presa de La Almendra hasta la confluencia con el río Duero». «Esta zona es internacional en la que confluyen dos naciones y tres provincias: España, Portugal, Zamora y Salamanca».

El Ayuntamiento de Villarino de los Aires se pondrá en contacto con las administraciones correspondientes, tanto con la Confederación como con Medio Ambiente «para tratar de agilizar lo más rápido posible las gestiones y que se presente de una vez por todas un plan definitivo para ir limpiando y recuperando esta zona del río Tormes y del río Duero».

Graves consecuencias

El bajo Tormes se está quedando sin peces y ello es debido a que las condiciones del río no ayudan en nada. Un exiguo caudal, 500 l/s en el mejor de los casos, restos de pesqueras que frenan aún más la velocidad del escaso agua, invasión de masa forestal y terrestre del cauce, etc., son algunas de las circunstancias que están llevando al bajo Tormes «a una muerte casi segura, y todo con el consentimiento o inacción de las distintas administraciones, grupos políticos y conservacionistas de Salamanca, que tan solo miran el Tormes aguas arriba de la capital», concluyó el teniente de alcalde de Villarino.

Esta situación provoca que el turismo «se aleje de una zona tan visitable como ésta»

Otro de los puntos a los que el teniente alcalde de Villarino de los Aires, Manuel Temprano, le dio especial importancia fue a la «falta de turismo» que hay desde que «comenzara esta gravísima situación que acontece en nuestro municipio».

Antes toda la zona del río estaba acondicionada con merenderos para poder comer y «la gente realizaba numerosas consultas en nuestra Oficina de Turismo para conocer un entorno tan bonito como éste, ahora mismo está totalmente parada», indicó. Otra de las cosas que nos preocupa son los carteles que indican las zonas, «están llenos de pintadas, por lo que realmente tenemos un estado de abandono tremendo».

Por ello, queremos «tomar medidas, ya que vemos que se acerca el verano y esto va de mal en peor».

A todo esto se añade que desde hace ya un año, la Confederación Hidrográfica del Duero requirió a la empresa Iberdrola, propietaria de la presa de Almendra y adjudicataria de la concesión para el aprovechamiento hidroeléctrico del caudal del Tormes en el central de Villarino, el aumento del volumen de agua que la citada presa debe desalojar sobre el cauce del Tormes, hasta ahora de 0,5 m3/s, en los valores establecidos por el Plan Hidrológico de la cuenca del Duero, lo que supondrá una cantidad media anual cercana a los 3,5 m3/s. La gran envergadura de esta presa, con un dique de 202 metros de altura que permite embalsar 2.586 hm3 de agua, dificulta el proyecto de desalojo de agua sobre el cauce, aunque a sugerencia de la CHD, la solución técnica adoptada será la instalación de un minigenerador de 1 Mw a pie de presa que a su vez, además de producir energía, permitirá la regulación del caudal.