Gabino Bausela con uno de los gallos subastados en la antigua iglesia de San Miguel. ::/ L. S.
PROVINCIA

La subasta de animales en Bolaños recauda 1.000 euros

El párroco de la localidad bendijo a todos los que formaban parte de la rifa

L. S.

Viernes, 17 de enero 2014, 22:06

No hay quién mueva una subasta como Gabino Bausela. Hace años, casi tantos como los que recuerdan la mayoría de los vecinos, que este hombre se sube cada 17 de enero al escenario de San Miguel (antigua iglesia) y dirige la puja con la que Bolaños de Campos desafía al tiempo y mantiene la tradición. Puntual, a las cinco de la tarde, la imagen de San Antón llegó a San Miguel desde la iglesia previa celebración de misa. Manda el ritual que el patrón presida la subasta. Y que sea el párroco quien bendiga los animales que van a formar parte de la rifa. Así fue.

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Un conejo pequeño la inauguró. Gabino Bausela, visera puesta, lo cogió y lanzó lo de «¿cuánto vale este conejo?». Las ofertas no tardaron en sucederse. Primero cinco, luego diez, doce, quince y hasta 20 euros lo adjudicado. Le siguieron otros conejos, gallos, corderos y productos artesanos como pastas, orejas, hojaldres, tartas, bombones, orujo, vino y un jamón. Éste último fue el más cotizado, con 90 euros recaudados. «Y eso que está la cosa poco animada, no ha habido muchas pujas entre unos y otros», comentaba el alcalde, Gregorio Villarroel, convencido de que lo importante es que la tradición se mantenga.

Uno tras otro, durante algo más de una hora, Gabino Bausela fue adjudicando los productos y animales. Le ayudaba Tilo, mientras que Aurelio, el aguacil, se encargaba de especificar para quién era cada una de las subastas y Angelines y Benita, de la parroquia, anotaban el importe de cada adjudicación. «Sí que vamos a rondar los mil euros», decía una entusiasmada Benita.

En total, unos treinta animales y productos rifados. Algunos más baratos que otros, pues hubo gallos adjudicados por diez euros y otros, como el último, por 47. Todos ellos donados por los vecinos del pueblo, que ayer, un año más, llenaron la antigua iglesia de San Miguel acompañados por residentes de otros municipios cercanos, como del zamorano Castroverde de Campos.

Tras 'achuchar' todos los productos a sus vecinos, Gabino Bausela dio por concluida una subasta a la que acudieron más de un centenar de personas. En total, según los recuentos de Angelines y Benita, miembros de la junta parroquial, se recaudaron casi mil euros que irán a parar a obras y mejoras de la iglesia de la localidad. «No ha estado mal, en torno a lo de años anteriores», comentaban. Bolaños de Campos es así uno de los pocos municipios que mantienen la tradición de rifar animales con motivo de San Antón, patrón que cada año logra atraer hasta la localidad a vecinos e hijos del pueblo con un único fin: pujar por los productos y animales donados por sus habitantes y contribuir de paso con la parroquia.

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