Emprender con buen enfoque
Cristina R. Vecino y Ricardo Suárez abren un espacio sobre fotografía
LAURA NEGRO
Domingo, 12 de enero 2014, 18:27
En la calle Santo Domingo de Guzmán, una de las más emblemáticas de Valladolid, ha abierto sus puertas hace tan solo unos días, un nuevo proyecto empresarial, cultural y artístico. Se trata de El Carrusel, el estudio de fotografía de los emprendedores Cristina R. Vecino y Ricardo Suárez. Ambos son licenciados en Comunicación Audiovisual. Se conocieron hace algunos años, cuando trabajaban como freelance en diferentes medios de comunicación, como El Norte de Castilla. Fue entonces cuando se forjó una sólida amistad que los llevó a colaborar juntos en varios proyectos.
El Carrusel es su espacio de trabajo, su lugar de creación y el punto de atención a clientes. En él prestan una amplia gama de servicios en imagen digital. Servicios personalizados como reportajes de autor, de eventos, bodas, books, foto-fija en rodajes y vídeo, retratos, reproducción de arte, etcétera. «Los reportajes siempre los hacemos con una mirada muy personal, buscando un trabajo documental, contando a través de instantes, la historia de todo lo ocurrido ese día. Nos gusta la espontaneidad y cada uno aporta a la fotografía su punto de vista, uno más descriptivo y otro más emocional, de esta forma, los reportajes son más completos», explican.
El suyo no es un estudio de fotografía al uso, sino un híbrido entre estudio, espacio de trabajo y galería de arte. «Somos unos amantes de la fotografía y cualquier actividad que pueda estar relacionada con ella, aquí es bienvenida. Además tampoco hay ningún espacio en Valladolid dedicado enteramente a la fotografía. La sala de San Benito es todo un lujo, pero está enfocada a artistas muy consagrados. Nuestra idea es mostrar y vender la obra de gente menos conocida, pero que hace cosas muy interesantes también», indica Cristina.
Aprovechan su estudio para presentar su trabajo fotográfico comercial y personal con exposiciones propias y de otros autores. Actualmente y hasta el mes de marzo, en su local podemos disfrutar de la muestra Irreversibles, de Cristina y la serie Inspirada en Walden, de Ricardo. «La idea es que El Carrusel, sea un punto de encuentro en torno a la fotografía y cualquier actividad relacionada con ella, como talleres, conferencias Tenemos muchas ideas que esperamos poder llevar a cabo poco a poco», explica Ricardo.
Su sala está abierta para obras de otros fotógrafos. «Valoramos que haya un nivel mínimo de calidad y un trabajo serio detrás de las fotografías que se expongan. Que el artista tenga su propio lenguaje y, de alguna manera, tenga algo interesante que aportar», explican. Así, a partir del mes de marzo, se podrán visitar las muestras del artista visual Víctor Hugo Martín, y de la fotoperiodista Miriam Chacón.
Dos formas de ver la fotografía convergen en El Carrusel. Una más cerca de la imagen documental, la de Ricardo, y otra más artística, la de Cristina, ya que para ella la fotografía es el medio perfecto para representar la belleza y emoción ocultas de la realidad. Sus clientes son todos aquellos que tengan algún momento importante en su vida que deseen fotografiar y recordar. «Desde una pareja que busque un reportaje distinto y con un enfoque personalizado para el día de su boda, hasta músicos, actores o artistas que quieran un resultado profesional para mostrar su trabajo y su imagen», indican. También trabajan para empresas fotografiando productos e instalaciones y no les falta la clientela amante y coleccionista de arte que valora la fotografía como trabajo de autor. Próximamente, además, van a participar en el programa europeo CreArt, liderado por Valladolid y financiado por la Unión Europea. Lo harán como espacio expositivo y como fotógrafos, en una muestra colectiva que durante quince días aunará trabajos de varios artistas en distintos espacios dedicados al arte y a la cultura en la ciudad.
La esencia de El Carrusel es la pasión y compromiso que sus socios sienten por lo que hacen. Han apostado fuerte por este interesante proyecto, sin pensar demasiado en las dificultades a la hora de emprender. «Asumimos que para bien o para mal, es la época que nos ha tocado vivir y preferimos intentar sacar proyectos adelante y hacerlo a nuestra manera, que quedarnos en casa lamentándonos de lo que pudo haber sido», afirman rotundos.
Está claro. Ricardo y Cristina disfrutan con lo que hacen, y eso se nota en sus instantáneas. Han afrontado el reto de montar su propio negocio, con seriedad, ilusión y fieles a su modo de entender la fotografía. Saben que trabajan capturando los momentos más importantes en las vidas de otras personas, para lo cual, hay que tener una sensibilidad especial, aparte de arte y técnica, por supuesto.
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