LUIS ANTONIO CURIEL
Lunes, 16 de diciembre 2013, 14:46
El Ayuntamiento de Castrillo de Don Juan sigue a la espera de solucionar sus problemas con el agua, un asunto que trae en jaque desde noviembre de 2011 a la corporación local, que ha tocado todos los palos posibles en busca de soluciones. Y parece que hay una luz verde, por lo menos de palabra, ya que la Diputación de Palencia se ha comprometido a ayudar al municipio para regularizar esta situación.
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Todo comenzó en los meses de octubre y noviembre de 2011, fecha en la que saltó la alarma del Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC), que se encarga de recoger los datos sobre las características de los abastecimientos y la calidad del agua de consumo humano que se suministra a la población. Los informes determinaron la presencia de nitratos en las aguas de consumo por encima de los niveles permitidos, considerándose que es un agua no apta para el consumo humano. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que el agua no es apta para el consumo humano, especialmente de los bebés, a partir de 50 miligramos por litro. El agua de Castrillo de Don Juan contiene una media de 70 miligramos por litro, aunque hay veces que los análisis se mantienen al límite recomendado por la OMS. En la actualidad, el agua proviene de dos manantiales, La Matilla, que mana poco y contiene menos nitratos, y la Fuente de Hontoria.
Al principio de conocer la noticia, los propios técnicos de Sanidad pensaron que podía ser algo pasajero, pero lo cierto es que los datos no mejoraron con el paso de los meses. Por eso, desde el consistorio se actuó con rapidez y el alcalde de la localidad, Santiago Benito, sacó un bando en el que se daba a conocer la situación. Desde entonces, informa mensualmente a sus vecinos con los análisis del agua y todos los datos e informes están a disposición de quien quiera mirarlos en las oficinas municipales. Pocos días después de sacar el bando, acudieron varios técnicos de Sanidad a la localidad para informar a los vecinos sobre la situación. También el Ayuntamiento repartió varias hojas con informaciones al respecto.
La primera solución que se llevó a cabo desde el consistorio fue la instalación de una máquina desnitrificadora, que está situada junto al punto limpio, en la calle Real. Esta obra ha contado con el apoyo de la Diputación y permite a los vecinos contar con agua apta para el consumo. «Sabemos que esto es un parche hasta que podamos llevar a cabo el enganche del agua en el río Esgueva, pero, de momento, es la solución más rápida para nuestro problema», señala Santiago Benito, alcalde de la localidad, que es consciente de que este procedimiento es inviable por los elevados costes de mantenimiento.
Buscando más soluciones
Desde el Ayuntamiento han seguido buscando soluciones. Han estudiado la posibilidad de realizar un tratamiento de regeneración inversa, pero es inviable porque se pierde mucha agua durante el proceso y la localidad tendría problemas de abastecimiento. También se ha encargado un estudio hidrogeológico hasta 500 metros de profundidad en el subsuelo, pero es una opción que también se ha descartado porque el agua no vale ni para regar.
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La solución más viable es enganchar en Canillas de Esgueva y pasar por Encinas de Esgueva, con un recorrido de 7 kilómetros, pues el punto de enganche más próximo de Palencia está en Baltanás, a más de 20 kilómetros. Este hecho abarata notablemente la inversión y el consistorio ya tiene un estudio realizado para llevarlo a cabo. Además, cuenta con el visto bueno de la Mancomunidad de Aguas Valle de Esgueva para enganchar en este río. La inversión prevista ronda los 230.000 euros, que se financiarán con la colaboración de la Diputación de Palencia y la Junta de Castilla y León. Este hecho también elevará las facturas de agua de los vecinos, que hasta ahora pagaban 7,14 euros al año y que se convertirán en 25,00 euros anuales por este servicio.
El agua en Castrillo de Don Juan ha tenido unos niveles de nitrato parecidos desde hace décadas, según los informes que se encuentran en el Ayuntamiento de la localidad, aunque las alarmas han saltado hace dos años. Es un problema que también tienen otros pueblos de Palencia y Valladolid que se abastecen con agua de manantiales. De hecho, en Castrillo de Don Juan hay muchos vecinos que continúan bebiendo el agua del manantial, como venían haciendo hasta ahora. Y el resto de vecinos sigue yendo a la desnitrificadora a por agua, como hacían en tiempos pasados con los cántaros. Una estampa que esperan que sea para el recuerdo en los próximos meses.
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