Detenido el agente colaborador del banco que retiraba dinero de los clientes sin su permiso

En menos de 24 horas ha cambiado de manera sustancial la situación del agente colaborador que el Banco Santander tenía hasta hace escasas fechas en la localidad de Morasverdes. La Guardia Civil sigue investigando el destino que este hombre ha dado al dinero de buena parte de sus clientes pero a mediodía de este viernes se daba un paso más, y era detenido en las inmediaciones de la plaza Mayor de Ciudad Rodrigo.

Desde primera hora de la mañana, agentes de la Guardia Civil se trasladaron a las oficinas que el Banco Santander tiene en la Rúa del Sol de Ciudad Rodrigo para continuar con la investigación tras la denuncia presentada por uno de los afectados por un presunto delito de estafa y apropiación indebida. Estaba previsto que a lo largo de la tarde el detenido pasara a disposición judicial para prestar declaración aunque no se descartaba que pudiera hacerlo a lo largo de este sábado.

Según algunos vecinos de Morasverdes, agentes de la Guardia Civil permanecieron buena parte del día en la vivienda que el hombre tiene en este municipio y donde se asentaba la oficina, presumiblemente, para realizar el registro correspondiente y recabar más datos. Estos mismos vecinos declaran que no es la primera vez que la Guardia Civil visita la casa en los últimos días ya que al parecer, hace escasas jornadas saltaba la alarma.

A lo largo del día de ayer, la noticia se extendió por toda la comarca mirobrigense y la gente añadía nuevos casos de conocidos o familiares que se habían visto afectados.

Al parecer, el asunto se presenta más complejo de lo que inicialmente parecía y a los 40.000 euros que algunas personas afirman podrían haber desaparecido de clientes de Morasverdes y a los 500.000 de cartillas de los municipios de Guadapero, Aldehuela de Yeltes o Diosleguarde, se suman otras historias relacionadas con ventas de tierras que, presuntamente, habría realizado a dos compradores.

Los vecinos de los pueblos afectados señalan que «son pueblos en los que podía haber cierto dinero porque en Morasverdes, por ejemplo, hay pensiones de Suiza».

A pesar de que podrían ser cientos los afectados, hasta la fecha solo se ha registrado una denuncia y la interpretación que hacen los que conocen algún caso es que «la gente está aguantando porque creen que el banco les va a reponer el dinero que les falta».

Un secreto a voces

El malestar era generalizado desde hace algún tiempo, al menos seis meses, porque la gente le reclamaba el dinero que no aparecía en sus cuentas. Desde principios del mes de septiembre, la oficina está cerrada y el hombre aceptó desvincularse del Banco Santander para el que trabajaba como autónomo en calidad de agente colaborador.

Las versiones son múltiples y por eso el modo de actuar podría no haber sido único. Se habla de gente a la que le ofrecía una determinada cantidad en concepto de intereses si le entregaban una cuantía, se comenta que hacía reintegros sin el consentimiento de los interesados y hasta que invertía en bolsa y en bonos sin saberlo los dueños de las cartillas.

Fuentes del Banco Santander hacían un llamamiento a la tranquilidad y declaraban que «se está desarrollando una auditoría interna para comprobar qué es lo que ha sucedido y que nadie salga perjudicado».

Las propias gentes de los pueblos afectados comentan que «esto era un secreto a voces» y se preguntan «cómo no había tomado repercusión la noticia antes».

En palabras de algunos vecinos, se apunta como detonante para que todo haya «estallado», el hecho de que el sobrino de una clienta de Aldehuela de Yeltes descubría que de la cuenta de su tía se habían retirado alrededor de 17.000 euros con reintegros de entre 3.000 y 5.000 euros y la mujer no era consciente de nada. A partir de ahí, dicen, «la gente empezó a darse cuenta de que de sus cartillas también faltaba dinero». La pregunta es cómo la gente no se daba cuenta de sus saldos y la respuesta es contundente: «Exceso de confianza, la gente a lo mejor no veía sus cartillas en un par de meses o más, él se encargaba de todo».