La mujer hallada muerta en Casavegas tenía seis puñaladas, una en el corazón
La titular del Juzgado de Cervera decreta el ingreso en prisión del compañero sentimental de la víctima, presunto autor del asesinato
EL NORTE
Martes, 24 de septiembre 2013, 15:11
La titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Cervera de Pisuerga acordó ayer la prisión provisional comunicada y sin fianza de J. C. P. V., el hombre de 47 años detenido el sábado en Santander acusado de la muerte de su compañera sentimental, María Cruz Gutiérrez Fernández, vecina de Barrio, en el municipio cántabro de Vega de Liébana, que fue hallada muerta un día antes en una pista forestal de la localidad palentina de Casavegas.
Después de prestar declaración en la mañana de ayer en el juzgado el presunto autor de los hechos fue trasladado el domingo a la capital palentina desde Santander y pasó la noche en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil, la juez de Cervera le imputa un posible delito de homicidio en el ámbito de la violencia de género y decretó su ingreso en el prisión de La Moraleja, en Dueñas.
La investigación continúa bajo secreto de sumario, y en próximos días se conocerá si este juzgado de Cervera se inhibe en favor de un juzgado de Cantabria, al proceder el detenido de esta comunidad.
J. C. P. V., vecino de la población cántabra de Caloca, fue detenido el sábado en las inmediaciones de la iglesia de San Francisco de Santander como supuesto autor del asesinato de María Cruz Gutiérrez Fernández, de 44 años, cuyo cuerpo fue hallado en la mañana del viernes junto a una pista forestal en el término de la localidad palentina de Casavegas, una entidad menor dependiente del Ayuntamiento de La Pernía.
El cadáver de la mujer, que recibió sepultura el domingo en su localidad de origen, Barrio, fue encontrado en la mañana del viernes por unos vecinos de Casavegas que pasan los fines de semana en el municipio y que, en ese momento, paseaban junto a su perro por una pista forestal cercana a la localidad. Fue el animal el que halló el cadáver.
El compañero sentimental de la víctima estaba siendo buscado por la Guardia Civil desde el momento en que apareció el cuerpo. Se habían rastreado todas las montañas y los caminos rurales del área limítrofe entre Palencia y Cantabria, sin que se diese con el rastro del hombre, ni del vehículo de la fallecida, un todoterreno de color verde con el que se les había visto dirigirse hacia la zona. Tras conocerse la muerte de la mujer, un vecino de Potes alertó a la Guardia Civil de que había visto al hombre en Santander, por lo que se dio también aviso a la Policía
Nacional. Finalmente, J. C. P. V. fue detenido en las inmediaciones de la iglesia de San Francisco de la capital cántabra y se le trasladó hasta las
dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Santander, donde prestó declaración.
María Cruz Gutiérrez Fernández y su presunto agresor mantenían una relación desde hace varios años y ella tenía dos hijos de una pareja anterior. María Cruz fue vista por última vez el pasado miércoles, cuando se desplazaba con J. C. P. V. en el todoterreno de la mujer desde Barrio con la intención de acceder a Polaciones para cenar. Ambos fueron vistos por última vez en la Venta de Pepín, un restaurante situado cerca del puerto de Piedrasluengas.
Al no tenerse conocimiento de su paradero después de 48 horas, una familiar de la víctima denunció la desaparición ante la Guardia Civil.
Las pesquisas llevaron a los agentes hasta la localidad de Caloca, y de allí hasta los Puertos de Pineda, donde los agentes centraron la búsqueda hasta que fueron alertados de la aparición de un cadáver en la cercana población de Casavegas.
Realizada la autopsia del cuerpo de María Cruz y el resto de pruebas periciales destinadas a conocer las circunstancias en las que se produjo su muerte, ha trascendido que la mujer recibió seis puñaladas, una de ellas en el corazón. La Guardia Civil se centra ahora en la búsqueda del arma homicida, al no estar aún claro qué objeto se usó para causar esas heridas incisocontusas que presentaba la mujer.
También de la investigación se desprende que no fue en esa pista forestal del término de Casavegas donde se produjo la muerte de María Cruz, aunque la Guardia no ha determinado todavía el lugar exacto, si bien se baraja la hipótesis de que el presunto homicida dejó en Casavegas el cuerpo sin vida con la intención de alejar el escenario y de que se tardase más tiempo en dar con el cadáver.
El detenido no se declaró ayer autor de los hechos ante la titular del Juzgado de Cervera, y en un primer momento ante la Guardia Civil aseguró no acordarse de nada.
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