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Cultura | valladolid

El número de especies invasoras supera ya a las autóctonas en el río Pisuerga

Animales como el galápago leproso y los peces bogas están desapareciendo de la provincia

PPLL

Sábado, 24 de agosto 2013, 19:22

El nuevo catálogo de especies exóticas invasoras no ha gustado demasiado a biólogos y asociaciones ecologistas. El listado incluye un total de 186 especies, de las cuales 53 son nuevas. Sin embargo, el problema se encuentra en la supresión del listado de especies potencialmente invasoras que antes existían. Se ha reducido a una sola lista, y por tanto, se han excluido más de 200 animales y plantas. Para el biólogo José Antonio García, la liberación de estas especies potenciales es un error ya que en cualquier momento pueden «convertirse» en invasoras. «Como ocurrió con la cotorra argentina que trajeron a Madrid y Barcelona. La ausencia de depredadores aumentó su expansión», explica García.

Por otra parte, dentro del catálogo quedan excluidas algunas especies cuando se destinen a la industria alimentaria, como el visón americano (repartido por la mayoría de los cauces de Valladolid), que se permite en zonas donde no compita con el visón europeo, algo que los biólogos no aprueban. Según García, esas especies, como es el caso del cangrejo rojo, deberían estar en «continua vigilancia» porque, al estar permitida su crianza y venta, «alguien puede ir al pueblo donde se comercialice este animal, comprarlo, llevarlo a su pueblo y echarlo al río.

Esto ayuda a su expansión y a que destruya especies autóctonas», explica el biólogo. En el río Pusiera existen actualmente ocho especies de peces invasores, frente a siete autóctonos, si se consideran como tal a dos de ellas porque su origen está en duda (el gobio y la tenca). A su vez, en ríos y riberas de la provincia existen diez invasoras frente a nueve autóctonas. García tilda de «problema» esta situación. En este sentido, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la mayor preocupación a nivel mundial es la destrucción de ecosistemas, y en segundo lugar, la pérdida de biodiversidad a causa de estas invasiones.

Además de estos ocho ocupantes, García cree que en unos años podría haber más, por ejemplo el mejillón cebra que ya campa por la cuenca del Duero y que debido a su expansión «llegará posiblemente al Pisuerga en unos años». Este molusco estropea infraestructuras que permanecen sumergidas como tuberías por ejemplo, y por ello está dentro del catálogo de especies invasoras sobre cuya erradicación se están tomando medidas. Sin embargo, es una operación «muy difícil» una vez que se ha soltado al animal en el medio natural.

Más especies

Otras especies invasoras ubicadas en Valladolid son, por ejemplo, las plantas estramonio o arrancamoños.También tiene presencia el lucio, lucio perca, el cangrejo rojo y el cangrejo señal. Estos dos últimos tampoco se quedan cortos, transmiten una enfermedad, llamada afanomicosis al cangrejo autóctono y lo mata en diez días. «Aunque eliminarlo sea prácticamente imposible, se debería intentar menguar la cantidad de animales que existen. No fomentar la reproducción», denuncia García. El lucio y lucioperca también han causado un descenso de población «muy fuerte» de los peces bogas.

Asimismo, este biólogo, conservador en la Casa del Río del Museo de la Ciencia, no está de acuerdo en que estén excluidas del listado las tortugas. Solo se considera invasora la de orejas rojas, una subespecie de los galápagos de Florida. Es un animal presente en casi toda España, incluida la provincia vallisoletana debido a que muchos de los ejemplares que se tenían como mascota han sido abandonados en zonas acuáticas desplazando a especies autóctonas como el galápago leproso, y destruyendo gran parte de su hábitat. A este respecto, Noelia Sánchez, técnico de la Confederación Hidrográfica del Duero critica la inconsciencia de aquellas personas que sueltan a los animales al medio natural. «Quien compra una mascota, debería asumir la responsabilidad que eso conlleva».

Al principio todo es muy bonito cuando uno tiene un animal de compañía, pero con el tiempo, muchos se acaban cansando y lo abandonan en cualquier sitio. Asesórese primero porque puede estar contribuyendo a la expansión de una especie peligrosa para el medio natural. De hecho, esta tortuga de orejas rojas se incluye entre las 100 más invasoras del mundo.

Sin embargo, García está contento con la resolución del black-bass, también presente en la provincia. Este pez ya se recogía antes en el listado de especies invasoras, pero por la presión de varias comunidades autónomas y asociaciones de pescadores, «el Tribunal Supremo invalidó la parte referida a este tipo de lubina, puesto que genera afición y dinero», comenta con resignación.

Con el nuevo catálogo, esa parte ya no está invalidada, es decir, no se puede comercializar este pez señalado por la UICN como otra de las 100 alóctonas más dañinas del planeta. Porque sí, son pequeños, pero matones. De ahí, que sea como un jarro de agua fría, para biólogos y asociaciones, la liberación de más de 200 especies.

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