VALLADOLID

Trágico fin a una vida de desdicha

El joven que murió apuñalado en la calle Isla se crió en una familia desestructurada, con una madre enferma, un padre presidiario ymedia adolescencia en un centro de acogida

MAR DOMÍNGUEZ

Viernes, 9 de agosto 2013, 19:36

Unas puñaladas acabaron con una vida tan complicada que no parece real. Detrás de las iniciales R. V. F., las del joven de 19 años que fue hallado muerto hace justo una semana en una casa molinera de la calle Isla, se esconde una historia de tragedia y desarraigo, tan dramática como ha sido su muerte.

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Rafa residía en la actualidad en un piso compartido, aunque parte de su adolescencia la pasó en el Zambrana, un centro de acogida de menores conflictivos. Fue un compañero de vivienda quien denunció su desaparición el 21 de junio, aunque por el piso no había pasado desde el 15 de ese mes, fecha en la que le mataron, según han determinado las pruebas forenses.

Su padre, presidiario, obtuvo permiso para acudir al entierro del joven el miércoles pasado, después de que el juez que instruye la investigación autorizara su enterramiento. Antes se la había practicado la autopsia y recogido otras pruebas que pueden ser determinantes en el esclarecimiento del crimen. Si con el padre apenas tenía relación, la que mantenía con su madre era complicada: es una mujer enferma, con recaídas en su tratamiento psicológico, que hace tan solo dos meses sufrió el fallecimiento de su hija, la única hermana de Rafa, en circunstancias muy trágicas, junto a la vía del tren, explican conocidos de la familia.

Entorno complicado

«El chico ha vivido siempre en un entorno muy conflictivo. La madre tiene problemas psicológicos y con el padre no podía contar; de hecho, está en la cárcel, aunque no por delitos de sangre.» «Como se dice ahora, es una familia desestructurada», explican. El tío materno de la víctima, Tomás Ángel F. R., es un viejo conocido de la policía y de los funcionarios de prisiones. Las últimas noticias que se tienen de él salieron publicadas en este periódico el pasado 29 de mayo, cuando ingresó en prisión por robar en el interior de varios vehículos tras su tercer arresto en dos semanas. En esta ocasión actuó en compañía de otro habitual de la Comisaría: entre los dos suman 72 antecedentes.

El tío de Rafa acababa de salir de la cárcel cuando en mayo fue apresado otra vez. Allí había permanecido acusado de acuchillar a un cliente de un bar de Pajarillos que medió en un encontronzado con los propietarios del local. Tomás Ángel, un delincuente habitual de 44 años, adicto a la droga y al alcohol, «es de los que salen, la lían y vuelven a entrar», explican.

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El entorno de amistad del joven Rafa estaba relacionado con la delincuencia y el «trapicheo de droga», por lo que la investigación del grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial se centra en ese círculo, aunque no ha trascendido si el móvil del crimen está relacionado con la droga. En la casa molinera del número 2 la calle Isla, donde apareció su cuerpo piel y hueso por el avanzado estado de descomposición se encontraron plantas de marihuana que trataban de robar otros jóvenes que fueron detenidos y también han sido investigados.

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