Ayllón se reivindica como una de las localidades con más pujanza turística

Hace apenas unos días, el municipio de yllón ultimaba los preparativos del decimoséptimo año de sus fiestas medievales, donde todos los vecinos de la villa retroceden varios siglos en la historia e invitan a la gente de fuera a unirse a ellos. Esta fiesta cuenta con arraigo, continuidad y personalidad propia, además de un gran poder de convocatoria, que motiva cada año a las gentes del municipio a trabajar voluntariamente en las tareas de montaje, para dejar todo listo antes de la fecha señalada.

Arman las estructuras de los puestos que constituyen el mercado medieval, colocan las antorchas necesarias para ambientar el pueblo y adornan las calles con los estandartes y telas típicos de aquella época. «Cada vecino suele poner su estandarte en el balcón, y en las casas en las que no hay nadie no se cuelga nada porque tendríamos que pedir permiso», afirma el presidente de la Asociación Cultural Ayllón Medieval, «por eso no hay demasiados colgados este año, pero los que hay llaman la atención y ambientan mucho el municipio».

Bajo un cielo pintado de gris, la festividad de Ayllón Medieval dio comienzo un año más, y de manera oficial, con la inauguración del mercado y el pregón de apertura. Los vecinos, algo amedrentados por la lluvia, se fueron acercando poco a poco a la plaza del municipio, donde a viva voz y acompañado de tambores y trompetas, el Justicia Mayor del Rey, interpretado por Rafael de Dios García, proclamó el pregón que inauguraba las fiestas. Entre las actividades programadas destacaban las coplas de ciego en la Plaza Mayor, a cargo de Julio Arribas y Lorenzo Duque; la degustación de productos de la tierra en 'La tienda de Ayllón medieval'; la escenificación de una sesión de justicia' ante la presencia del señor de la Villa, Álvaro de Luna; una exhibición de cetrería con águilas, halcones, búhos y lechuzas, y para los más pequeños del municipio un teatro de marionetas en la zona infantil habilitada en los jardines del río.

Al caer la noche estaba previsto el encendido de antorchas; la entrega de premios del III Concurso de Carteles y el sorteo de premios ofrecidos por el Spa 'La senda del los Caracoles'; el concierto del grupo vallisoletano de música tradicional castellana, Candeal; la queimada con conxuros, y finalmente, pasada la medianoche un concierto de música ska. Una de las protagonistas indiscutibles de la jornada de ayer fue la lluvia, que dio momentos de tregua a los vecinos de Ayllón, permitiéndoles disfrutar de las actividades organizadas.

Las calles del municipio acogen este fin de semana a un gran número de visitantes, que disfrutan de la animación callejera, de la música popular y moderna, e incluso de originales concursos como el de Tragaldabas, programado para esta misma tarde. Además, habrá un taller de percusión por la mañana; un concierto de la coral 'La Espaldaña' con música vocal de la Edad Media y el Renacimiento; una gran tamborrada y pasacalles; concierto a cargo del grupo portugués Tocandar y alrededor de las nueve de la noche, concierto de despedida con la copla castellana de Vanesa Muela.

Otra de las actividades que atrae a un gran número de visitantes al municipio son las famosas visitas teatralizadas, «que brindan al visitante la oportunidad de conocer la villa y su historia de una manera original, divertida y muy profesional», aseguran los responsables del Ayuntamiento, y de las que se pueden disfrutar todos los fines de semana, desde mayo hasta noviembre, con la ventaja de que durante esta festividad son totalmente gratuitas.

Los ingredientes principales de esta fiesta, aparte de las visitas teatralizadas y las actividades programadas, son el mercado medieval y de artesanía, la música de calle y la de interior.

El mercado cuenta con más de 100 puestos en los que se venden productos de todo tipo, desde artesanía en madera, cristal, cuero o cerámica, pasando por zapatería y bisutería, hasta dulces típicos tradicionales. La banda sonora la ponen los Hermanos Ramos, los Dulzaineros de Ayllón y la Atalaya Soria, y dentro de la Iglesia de San Miguel, Los Ministriles de Cuéllar.

Tampoco faltará alojamiento para los que vengan de fuera de la villa, y mucho menos comida, proporcionada por los restaurantes y bares de la localidad, o las casetas de pizzas, crepes, pulpo, platos alemanes o churros que se venderán en la zona gastronómica situada en la Huerta de San Miguel. Además, José y Juan Carlos, llegados desde Aguilafuente, prepararán esta noche, su típico bocadillo de cerdo al picho, que tanto éxito tiene. Se ha habilitado un espacio para informar al visitante sobre asuntos de interés y donde se podrá adquirir los tickets para el bocadillo de cerdo, camisetas, o marcapáginas, e incluso lotería de Navidad de Ayllón Medieval.