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ANGÉLICA TANARRO
Jueves, 4 de julio 2013, 15:29
El martes 30 de junio Josefa Gómez Sempere había cumplido una misión en Valladolid. Había dejado doce cajas de documentos procedentes del archivo de su esposo, el poeta y periodista Jacinto López Gorgé en la sede de la Fundación Jorge Guillén. La cercanía del balneario de Las Salinas, en Medina del Campo, fue lo que la decidió a pasar allí unos días de descanso. La mala fortuna hizo que encontrara la muerte una semana después mientras se bañaba en una de las piscinas del centro termal. Tenía 84 años.
La labor de la viuda del poeta fundador de la revista 'Ketama', que la Fundación Jorge Guillén publicó en facsímil en enero de 2012, fue clave a la hora de administrar el legado del escritor. En diciembre de 2010 firmó con la Fundación vallisoletana el convenio de donación de su biblioteca y fondo documental. Parte de esa documentación se encuentra catalogada, digitalizada y disponible para su consulta desde el año pasado. El proceso se completaba esta semana con la donación de otra parte del fondo documental con interesantes documentos y cartas originales de poetas como Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Leopoldo de Luis, Jorge Guillén, Juan Ramón Jiménez, Zenobia Camprubí, Max Aub o Victoriano Crémer. Otra parte del legado de su esposo, lo relacionado con el poeta Miguel Hernández alicantino como el propio Gorgé fue a parar a la Fundación del poeta en Orihuela y tiene que ver con la difusión temprana de la obra del autor de 'Perito en lunas'.
La parte más visible de ese legado la constituye hasta el momento la edición facsimilar de la revista 'Ketama', una publicación hispano árabe de literatura que ejemplificaba labor de su impulsor, vinculado al Rif desde los primeros años de su vida, por acercar ambas culturas. La edición, que vio la luz a principios del año pasado, fue una labor conjunta de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Fundación Jorge Guillén, instituciones que contaron con la ayuda y el interés de Josefa Gómez Sempere.
Jacinto López Gorgé había nacido en Alicante en 1925, pero a los tres años su familia se traslada a Melilla, ciudad en la que se formó como crítico y poeta. Ya en los 50, tras su paso por Ketama y Beni Hadifa, se traslada a Tetuán, entonces capital del Protectorado español en Marruecos. Aquí publica sus primeros poemarios: 'La soledad y el recuerdo' (1951) y 'Signo de amor', que le incluyen en el Grupo Literario de Melilla de los años 50, donde también están Pío Gómez Nisa, Francisco Salgueiro, Eladio Sos, Juan Guerrero Zamora y Miguel Fernández. También por esta época comienzan sus publicaciones en revistas y diarios tanto españoles como marroquíes. Hace crítica de libros y artículos para 'Abc', 'Pueblo', 'Blanco y negro' o 'La estafeta literaria'. También es importante su labor como editor e impulsor de proyectos poéticos. En este ámbito se enmarcan la revista 'Manantial' (1949-1951) y la colección 'Mirto y laurel' (1953-1958).
Desde Tetuán
La revista Ketama salió entre 1953 y 1959 y en ese tiempo sacó a la calle catorce números. El primero, editado en Tetuán en el mes de junio, se abría con un poema inédito de Miguel Hernández, 'Raso y cubierto'. También publicaron poemas en ese primer número José Hierro, Victoriano Crémer, Francisco Salgueiro, Trina Mercader y el propio Jacinto López Gorgé. Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Gerardo Diego, Max Aub, Leopoldo de Luis, Carmen Conde y José Ángel Valente fueron otras firmas habituales en la revista, que se editaba en árabe y en español.
Para Pedro Martínez Montávez, autor del prólogo a la edición facsímil, 'Ketama' aparece «como un caso aparte y singular en el panorama de las revistas literarias de la época, dada su condición de puente auténtica 'alcántara' entre culturas, una especie de 'taracea' literaria».
Jacinto López Gorgé se trasladó a Madrid en 1970, donde continuó su labor periodística y literaria. A la década de los setenta pertenecen sus poemarios 'Nuevos poemas de amor' (1972) y 'Dios entre la niebla' (1973). A partir de 1980 se publicaron varias antologías de su obra como 'Antología poética' 1947-1979 (1981), 'Mi corazón, mi casa y mi memoria' (1995) y 'Sonetos de media vida' (2001). Entre otras actividades, fue un gran difusor de la obra de Miguel Hernández y ocupó la dirección del Aula de Literatura del Ateneo de Madrid, ciudad en la que falleció en diciembre de 2008.
Una de sus últimas apariciones públicas fue la asistencia al acto de homenaje a Vicente Aleixandre que tuvo lugar en su casa madrileña de Welintonia en 2007.
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