EL NORTE
Martes, 18 de junio 2013, 14:29
Mientras siguen los ecos del partido de España ante Uruguay en la Copa Confederaciones de Brasil, un poco más lejano en la distancia, en la Villa de Turégano también se ha disputado esta competición. Y no con el balón como instrumento, sino con las chapas de toda la vida. 24 jugadores participaron el pasado fin de semana en las rondas preliminares matinales, de los que salieron los ocho clasificados que representarían a las ocho selecciones de La Copa Confederaciones. Estaban preparados para afrontar la fase final de este emocionante campeonato.
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El reloj marcaba las cinco de la tarde, cuando comenzaron los partidos de la primera jornada. La temperatura apretaba y la emoción alcanzaba altas cotas. Brasil y España marcaban la diferencia, pues ambas consiguieron las primeras plazas de sus respectivos grupos, llegando invictos a semifinales.
Mucha igualdad entre el resto de selecciones, siendo Japón y Nigeria quienes consiguieron in extremis su clasificación. Todo apuntaba a la final más deseada Nigeria plantó cara a Brasil consiguiendo un sorprendente empate a uno. Necesitó Brasil de prórroga para deshacer la igualada y colarse directamente en la final. Pero en el otro partido saltó la sorpresa. Japón endosó un contundente 5-2 a España ahogando así, el sueño hispánico.
La gran final comenzó y Brasil se adelantó en el marcador, controlando el partido ante la presión nipona. Pero los cariocas se vieron sorprendidos en dos jugadas con sendos goles que daban la vuelta al marcador. La sombra de otro maracanazo, planeaba sobre Turégano.
Brasil se volcó y a falta de dos minutos, estrella un balón en el poste de potente tiro cruzado que no quiso entrar. A treinta segundos del final, un contragolpe japonés acabó en el gol que sentenciaba el partido y el campeonato. Japón, de la mano de Roberto Monseco, consumaba la gran sorpresa, derrotando a las dos grandes favoritas para adjudicarse La Copa Confederaciones.
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Llegó el momento de la ceremonia de clausura. Luis Miguel Peromingo , uno de los promotores de futbolcahapas Turégano, subrayó la firme intención de trabajar por el hermanamiento entre el futbolchapas y el deporte rey que lo inspira, y agradeció el apoyo recibido por el Rayo Vallecano, de la mano de su delegado y exjugador del mismo, Miguel Ortiz, padrino de honor del evento. Y todo ello posible gracias a las gestiones realizadas por el patrocinador oficial del campeonato, La Peña Rayista 2004, con su presidente, Dámaso Barroso, a la cabeza.
Palmarés:
Campeón.: Roberto Monseco (Japón).
Subcampeón: Juancar Ruiz (Brasil).
Semifinalistas: Miguel Fernández (España) y David Ruiz (Nigeria)
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