214 alumnos de la UVA solicitaron el pasado curso la convocatoria de gracia

La normativa actual de permanencia en la Universidad de Valladolid establece que si un alumno agota el número de convocatorias establecido para aprobar una asignatura, seis en total, podrá solicitar una convocatoria de gracia, cuya resolución corresponde al rector, previo informe del departamento y del centro donde el alumno está cursando sus estudios. Para la resolución de estas solicitudes y junto a las circunstancias extraordinarias alegadas por el alumno, se tendrá en cuenta las características de los estudios y las personales. No obstante, por lo general, no suelen denegarse.

En la UVA fueron 214 alumnos los que el pasado curso solicitaron dicha convocatoria, por haber agotado ya las seis oficialmente establecidas. Para 180 de ellos era la primera vez que recurrían a la misma, aunque en el listado también aparecen dos casos de estudiantes que ya iban por la sexta. Y teniendo en cuenta que cada asignatura requiere una solicitud, los 214 estudiantes solicitaron 265. Es decir, alguno la había solicitado para más de una asignatura.

No obstante, fueron 298 los estudiantes los que se matricularon gracias a esta medida, una cifra que como puede comprobarse es superior a la de las solicitudes presentadas durante el pasado curso. La explicación tiene su lógica, y es que se incluyen también a aquellos que tenían concedida la convocatoria de gracia en cursos anteriores, pero no se habían examinado.

Sorprende, eso sí, que casi una tercera parte de los matriculados, 93, no se presentara al examen, en la mayoría de los casos porque considera que no lo llevaban bien preparado. Y es que hay asignaturas que se atragantan y se da el caso de que uno está a punto de terminar la carrera y todavía arrastra alguna del primer curso, una circunstancia que también cambiará próximamente con el nuevo Reglamento de Permanencia de la UVA. Además de los 93 que decidieron no hacer el examen, otros 140 aprobaron y 65 no lograron superarlo.

Todo este alumnado que ha recurrido a la convocatoria de gracia cursa alguna de las antiguas titulaciones, licenciaturas y diplomaturas, que están a punto de extinguirse como consecuencia de la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior, que ha llevado a la convivencia del antiguo y nuevo sistema universitario desde el curso 2010-2011, cuando se generalizó la implantación de los grados, aunque siete de ellos entraron en funcionamiento, a modo de avanzadilla, en el curso 2009-2010. Es decir está a punto de salir la primera promoción.

Por centros, en el que mayor número de estudiantes solicitaron la convocatoria de gracia fue la Escuela de Ingenierías Industriales, 111 de los 298 (aprobaron 44) y aunque el porcentaje puede llevar a una lectura fácil, lo cierto es que el número de créditos de esas antiguas titulaciones era mayor que en los grados, y las carreras técnicas, de por sí, tienen sus dificultades. Le siguen la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, y la ETS de Ingenierías Agrarias.

El récord de matriculados y no presentados al examen se produce en la Escuela Universitaria de Ciencias Empresariales y del Trabajo, del campus de Soria. De tres, no se presentó ninguno. Lo mismo ocurrió en la Escuela Universitaria de Ingenierías Agrarias de Soria. De los dos matriculados, ninguno concurrió al examen.

La extinción de los planes antiguos plantea un problema importante para aquellos que han ido aparcando alguna que otra asignatura a lo largo de la carrera. Y es que las convocatorias no se pierden, salvo que la asignatura pendiente de aprobar haya dejado de tener docencia y derecho a examen.

En ese caso, tiene dos alternativas: o matricularse en otra universidad o pasarse dentro de la Universidad de Valladolid a los nuevos planes de estudios, lo que lleva implícitamente adaptar toda la carrera (la memoria de verificación de los nuevos planes de estudio lleva incorporadas las tablas de adaptación), un extremo que podría desembocar en tener no solo pendiente de aprobar una, sino varias. Y con este papelón se encuentra más de un estudiante.

Una para terminar la carrera

Otra de las posibilidades de que disponen los alumnos para superar el tropezón con una asignatura es el denominado Tribunal de Compensación, un órgano de carácter académico, que tienen por objeto determinar la superación de los estudios de la titulación para la que se solicita la compensación mediante la valoración de la trayectoria académica y la aptitud global del estudiante que solicita su actuación cuando, agotados los procedimientos ordinarios y, al menos cinco convocatorias, no haya superado una asignatura del correspondiente plan de estudios.

Pueden solicitarlo los estudiantes a los que les falte una asignatura para finalizar las enseñanzas de la titulación correspondiente (a excepción del Proyecto Fin de Carrera y el Practicum), tengan alguna convocatoria disponible, según la normativa de permanencia vigente en la Universidad y, en ese curso académico, no hayan agotado las convocatorias de examen de la asignatura a que tienen derecho.

El pasado curso, fueron 327 las solicitudes presentadas por alumnos de la UVA para que interviniera el Tribunal de Compensación, de las que 304 fueron admitidas a trámite. El visto bueno o aprobado, lo obtuvieron 273.

Del campus vallisoletano lo solicitaron 222, fueron rechazadas 209 y aprobadas 182; en el de Palencia, fueron 35 las solicitudes, admitidos 30 y todas ellas aprobadas. En el caso de Soria, de 33, se admitieron 32, y aprobaron todos ellos; mientras que en el campus segoviano, de 37 solicitudes, 33 fueron admitidas a trámite y 29 aprobaron.

La compensación es automática cuando el solicitante haya obtenido una calificación igual o superior a 4,5 puntos en alguna de las convocatorias, y no es posible cuando si en ninguna de las convocatorias consumidas la calificación obtenida nunca hubiese alcanzado los 3,5 puntos.

En cualquier caso, el Tribunal no puede realizar ninguna prueba para tomar una decisión.

De no existir unanimidad entre los cinco miembros del Tribunal de Compensación (decano o director de centro, el secretario del mismo y tres vocales), se procederá a la votación, y la resolución quedará aprobada cuando obtenga la mayoría de los votos emitidos. La resolución puede ser recurrida ante el rector.