Un grupo de tres ciclistas circula sin casco por las calles de Valladolid. / A. QUINTERO
VALLADOLID

El Ayuntamiento de Valladolid alega contra el casco obligatorio para los ciclistas urbanos que promueve la DGT

El Consistorio quiere limitar el uso de las aceras para circular sobre dos ruedas frente a la propuesta del Gobierno

J. A.

Viernes, 12 de abril 2013, 23:32

El Consejo de Movilidad del Ayuntamiento de Valladolid analizará el próximo martes las alegaciones que el Consistorio ha presentado a la modificaciones del Reglamento General de Circulación, promovidas por la DGT. Entre las enmiendas, que han sido enviadas a la Federación Española de Municipios y Provincias, destaca el rechazo al uso obligatorio del casco para los ciclistas urbanos, que quiere imponer el Ministerio del Interior en esta reforma.

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Según recoge el documento municipal, todos los colectivos y agrupaciones de sector, así como los foros europeos, confirman que la obligatoriedad «es la principal causa de fracaso en la estrategia de fomento del uso de bicicleta como modo de transporte», además de suponer «un problema en el sistema de gestión de alquiler» de ciclos, que en las próximas semanas estrenará Valladolid. El equipo de gobierno respalda así el rechazo mostrado por la Asamblea Ciclista de Valladolid

El Ayuntamiento también propone suprimir el artículo que permitiría que los menores de 14 años puedan circular en bici por las aceras y otras zonas peatonales, acompañados por un adulto, siempre que la densidad de viandantes no lo desaconseje. Los técnicos municipales lo consideran «contradictorio y difícil de interpretar». En este mismo apartado, el Ayuntamiento matiza que, aunque la DGT tiene intención de autorizar que las bicis puedan transitar por las aceras siempre que tengan tres o más metros de anchura, deberían medirse sin contar con el espacio ocupado por alcorques de árboles o el mobiliario urbano. El documento también solicita que se relajen las prescripciones que la DGT incluye para la organización de actividades ciclistas en la ciudad porque son «excesivamente gravosas» (se prevé el cobro de tasas) y con una tramitación burocrática de permisos complicada, que pueden desincentivar a los organizadores.

Valladolid propone la obligación de que las bicis lleven encendido su alumbrado en las vías con una velocidad igual o superior a los 50 kilómetros por hora y se opone a permitir que los ciclistas utilicen dispositivos de señalización que indiquen la separación lateral de 1,5 metros que todo conductor de vehículo debe respetar al adelantarles cuando circulen por la aceras o zonas peatonales .

Sobre los límites de velocidad, la Concejalía de Seguridad acota dos cuestiones. Mientras que la DGT quiere que en las vías de un solo carril y sentido único de circulación se conduzca a 30 kilómetros por hora, el Consistorio vallisoletano considera que en vías principales o colectoras «supondría serios problemas». Así, plantea que el límite pueda ser ampliado en estas calles cuando dispongan de pasos de cebra con semáforos y siempre sin superar los 50 kilómetros por hora. La segunda acotación se refiere a las vías que la DGT define como plataforma única de calzada y acera donde rebaja la velocidad a 20 kilómetros por hora. El Ayuntamiento considera que esta limitación se debería aplicar en las zonas donde calzada y acera estén exactamente al mismo nivel y no exista diferenciación entre ellas.

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Otra de las alegaciones es la referida a la prohibición contenida en el apartado primero, que impide instalar en las vías o terrenos objeto del ámbito de aplicación de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial ningún aparato, instalación o construcción, aunque sea con carácter provisional o temporal, que pueda entorpecer la circulación. El Ayuntamiento solicita a la DGT que se dote cuanto antes de un instrumento para que los municipios puedan colocar bandas de reducción de la velocidad, los conocidos como guardias tumbados.

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