Mathieu Valbuena, un gallo con raíces vallisoletanas

Es una de tantas historias de emigrantes. 1959. Un niño de tres años forma parte del equipaje de unos vallisoletanos que parten rumbo a Francia para buscar el trabajo que escaseaba en España. Durante la década siguiente les seguirían rumbo a Europa dos millones de personas más. Los padres de aquel niño acabaron estableciéndose allí, y el crío, de nombre Carlos creció, se casó con una chica francesa y tuvo familia. De esa familia es Mathieu Valbuena, uno de esos franceses con apellido español, hijo de la emigración española de los sesenta. Solo que Valbuena, hoy, es un futbolista internacional que representa a la selección francesa. «Lleva seis años, desde que fichó por el Olympique de Marsella, sin poder venir a vernos. La última vez fue para mi boda, y pudo venir porque justamente se había lesionado», explica su tíoRoberto, que en realidad es solo unos años mayor que él.

Valbuena no pierde la ocasión de ver a su familia cada vez que los caprichos del fútbol le emparejan con un equipo español.«La última vez que estuvimos con él fue en el España-Francia del Calderón. Fuimos doce familiares y luego nos invitó a cenar en el hotel de concentración de la selección.Quería que fuéramos el mayor número de familiares posible», explica Roberto. También han ido a verle cuando ha habido partidos de Liga de Campeones de equipos españoles con el Marsella de por medio. E incluso hoy habrá dos familiares vallisoletanos de Valbuena viendo el Francia-España en el Parque de los Príncipes. Eso sí, su apoyo no será para su familiar, en este caso.

«Nosotros vamos con España, y él lo sabe y lo entiende.Pero si ganamos dos a uno, que el gol de Francia lo marque él», dice su tío. Lo de que marque Valbuena no es un deseo inalcanzable.Ha marcado en los tres últimos partidos de los bleus, y su 1,68 de estatura se ha convertido en el motor de una selección que no hace mucho alardeaba del poder del mestizaje con atletas que eran hijos de otros emigrantes, los Thuram, Desailly, Zidane... Hoy, 54 años después de que ese niño llamado Carlos saliera de Laguna, su hijo Mathieu jugará con Francia. Justo cuando la emigración al extranjero en busca de trabajo vuelve a ser habitual en España.Quién sabe, quizá ahora esté partiendo de Valladolid algún futuro Valbuena.