Decenas de personas conocen el parque de bomberos de Palencia

Colocarse un casco, sujetar una manguera, subirse al camión rojo que circula a toda velocidad cuando lleva la sirena encendida o incluso apagar un fuego real con un extintor fueron algunos de los sueños que pequeños y mayores pudieron ayer cumplir durante unas horas en la celebración de la jornada de puertas abiertas que el Parque de Bomberos de Palencia celebra cada año en fechas próximas a su patrón, San Juan de Dios.

Decenas de palentinos, fundamentalmente niños con sus familias, desfilaron por el parque donde la primera gran atracción constituían todos los vehículos aparcados en fila en la misma entrada, con un espacio protagonista para 'la abuela', un camión estadounidense comprado por el Ayuntamiento de Palencia en 1936 que colaboró en la extinción del incendio de Santander en 1942.

Junto a esta pieza de museo, los vehículos mas modernos con sus dotaciones, depósitos de 2.500 litros de agua, mangas que suministras hasta 230 litros por minuto, bombas portátiles para expulsar y aspirar agua y los sistemas que consiguen rellenar inmensas superficies de espuma.

Barcas para los rescates, ropa aislante 'como la de los astronautas', herramientas y todo tipo de artilugios que forman parte del quehacer diario de estos profesionales salieron durante unas horas de sus estantes para que los visitantes pudieran conocer un poco más de cerca cómo viven el día a día los bomberos y cómo son sus trajes, sus herramientas, sus camiones o su trabajo donde pasan largas jornadas de guardia.

El momento más 'temido' y divertido a la vez tuvo lugar en el patio del parque, donde los más atrevidos pudieron apagar un fuego real. Niños y mayores, apoyados por bomberos del parque, pudieron apagar con un extintor una combustión de gasolina y gasoil provocada en una balsa por algunos efectivos.

Y para concluir, un vídeo didáctico donde, de la mano de un divertido grupo de escolares de ficción, los más pequeños y también los mayores pudieron conocer las respuestas más frecuentes ante accidentes o problemas que pueden surgir en el trabajo diario o en la propia casa. Y dos consejos por parte de los responsables: colocar un extintor en los edificios donde no lo haya y, para los más pequeños: «nunca os escondáis cuando se declare un incendio, siempre salid donde se os vea y gritad».