El Ayuntamiento controla 38 ventas de VPO usadas desde 2010 para evitar pagos en dinero negro
Las quince operaciones aprobadas hasta el pasado año se realizaron en Villa de Prado
J. A.
Martes, 12 de febrero 2013, 15:27
El Ayuntamiento de Valladolid, a través de la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda (VIVA), ha controlado desde 2010 un total de 38 operaciones de compra-venta de viviendas protegidas de segunda mano entre particulares levantadas en suelo municipal, con el objetivo de evitar los sobres con dinero negro, muy habituales hasta que la Administración no comenzó a vigilar estas transacciones. Hasta el pasado ejercicio, VIVA intermedió en 15 transmisiones, todas ellas en el barrio de Villa de Prado, y el pasado día 1 de este mismo mes ha celebrado el sorteo de otros 23 pisos. Ya están adjudicados y ahora los beneficiarios deben presentar, antes del 2 de marzo, la documentación con un informe de solvencia económica, es decir un certificado bancario acreditativo de concesión de préstamo hipotecario.
Según explican fuentes de la empresa municipal, el objetivo de esta fiscalización es que todos los demandantes de VPO en la capital puedan acceder en igualdad de condiciones a estas casas, además de evitar que el propietario que quiere deshacerse de su inmueble pueda cobrar al comprador un precio mayor al del módulo oficial en el momento de firma de la escritura, le obligue a adquirir la segunda plaza de garaje o le intente hacer pagar las mejoras realizadas en el interior del piso, como es el caso las cocinas montadas y equipadas.
Fue tras la polémica creada con la adjudicación de viviendas protegidas en Villa de Prado, cuando el Ayuntamiento comenzó a controlar este mercado. Primero, con los sorteos de viviendas nuevas y más tarde, con las transmisiones de los pisos usados.
A diferencia del sistema utilizado con los pisos sin estrenar, donde VIVA hace un sorteo por promoción y se agota cuando se seleccionan todos los compradores de la misma, en este procedimiento la vigencia es anual. Así, el primer viernes hábil de febrero de cada año se realiza un sorteo que ordena la lista de los inscritos en el Registro Público de Demandantes que quieren una vivienda de VPO en Valladolid (el pasado día 1 el sorteo se realizó entre 7.725 aspirantes). Si el elegido, según el orden del sorteo, decide comprar uno de los pisos, se prepara el contrato por la sociedad municipal y se firma entre comprador y vendedor con la presencia de un representante de VIVA para asesorar sobre el precio máximo de venta y régimen de protección. Si el adjudicatario no quiere o no puede adquirirla, se le coloca en el último lugar de la lista y se procede a llamar al siguiente. Además, los notarios también vigilan el cumplimiento de las condiciones del vendedor y comprador en la firma de las escrituras.
Antes de todo este proceso en sede municipal tiene que ser la Junta de Castilla y León la que autorice la transmisión de estas viviendas. Otorga los visados sobre el contrato de compra-venta, de manera que en la transacción se cumplan dos requisitos básicos: que el que venda respete el precio del módulo oficial y que el adquiere cumpla los requisitos de demandante de VPO. En los pisos que no están levantados en suelo del Ayuntamiento esta es la garantía de la limpieza del proceso, que también es controlada por los notarios. Según los datos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, el número de autorizaciones se han ido rebajando desde 2009. Si entonces se autorizaron 549 transmisiones (se incluyen también la primera transmisión entre promotora privada y comprador), el pasado año fueron 212. Las razones por las que los adjudicatarios se deshacen de su VPO es variada. Desde el cambio de ciudad por motivos laborales, hasta la necesidad de adquirir una vivienda de mayor superficie por urgencias familiares, como el aumento del número de integrantes o la presencia de un discapacitado. En los últimos años los problemas para pagar la hipoteca también llevan a muchos propietarios a vender sus pisos.
En el caso de las operaciones gestionadas por VIVA, Villa de Prado es el barrio más atractivo. De hecho, tan solo se han vendido las 15 viviendas que se han puesto a la venta en este plan parcial. El resto en Canterac, Pinar de Jalón o Campo de Tiro tienen más difícil salida. Si no se vende el piso y transcurrido un año desde el sorteo, el vendedor puede buscar comprador por su cuenta. Eso sí, necesita el visado de la Junta, que certifique que ambas partes cumplen las condiciones.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.