SEGOVIA

La joven que abandonó a su bebé en un pinar de Chatún declara que «quería que alguien le encontrara»

M. K. Ch. asegura que su intención era dar a luz en Polonia y entregar a su hijo en adopción, «pero el parto se adelantó»

NACHO SÁEZ

Viernes, 8 de febrero 2013, 19:03

M. K. Ch., la mujer de nacionalidad polaca que abandonó a su bebé recién nacido en un pinar enclavado entre los términos municipales de Mudrián y Chatún, ha declarado en la apertura del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Segovia, que no quería que su hijo muriera. «Quería que alguien le encontrara. No le asfixié, ni le hice ningún daño físico», ha asegurado la acusada, que ha respondido a las preguntas del Ministerio Fiscal y de su abogado a través de una intérprete.

Publicidad

Ha explicado que ya se encontraba embarazada cuando llegó a España en mayo de 2011. Había decidido abandonar su país porque se había quedado sin trabajo y necesitaba encontrar recursos para mantener a las tres hijas que tiene en Polonia, desatendidas por su exmarido, según la acusada. Encontró trabajo en la planta de fresas de Viveros La Segoviana, de San Martín y Mudrián. Comenzó a vivir en un piso en el que primero compartió habitación con otra mujer polaca y posteriormente con un hombre con el que inició una relación. Ni a ellos ni a sus compañeros de trabajo les confesó que se encontraba embarazada «por miedo a perder su puesto». Tampoco acudió en ningún momento a un centro de salud para examinar la evolución de su embarazo, en este caso «por la falta de conocimiento del idioma».

La explicación que daba a su pareja y a sus compañeros de trabajo para justificar los signos de su avanzado estado de gestación era que «la tripa se me llenaba de líquido porque antes había padecido cáncer de útero». Y les insistía en que no podía tener hijos. Fue de esa forma como consiguió ocultar su embarazo. Ni siquiera se lo dijo a su pareja. El siguiente paso que había previsto era marcharse a dar luz a su país y entregarlo en adopción. No podía mantener más hijos». «Pero el parto se adelantó», ha indicado en su declaración. Entonces se precipitaron los hechos que se juzgan.

La acusada se encontraba en una fiesta de cumpleaños cuando empezó a sufrir contracciones. Aprovechó que su pareja había salido a casa de un amigo en busca de medicamentos para calmar el dolor de estómago que la acusada le dijo que tenía. Ella aprovechó para hacerse con unas tijeras, una camiseta de algodón y un chaleco de algodón y salir de la casa, y cogió el coche sin rumbo determinado. Una vez que se precipitó el parto decidió pararse «en el primer lugar que vi, por pánico». Era el pinar conocido como 'Las Zorreras'.

Según el relato de la propia acusada, se situó de rodillas y tras tres «empujones» logró sacar al bebé. Cortó el cordón umbilical y, antes de introducirse de nuevo en el coche, envolvió a su recién nacido en las prendas que había tomado de la casa. M. K. Ch. ha asegurado en el juicio que se subió de nuevo en el vehículo con la intención de dejar al bebé «en alguna casa o a algún coche que se detuviera», pero que entonces se comenzó a marear. Recorrió «ocho o nueve kilómetros» antes de detenerse en un pinar de Chatún, donde abandonó a su bebé con la esperanza, según ella, de que alguien lo encontrara, pues se trataba ha explicado de un lugar frecuentado por personas en busca de setas. «Estaba trastornada, no sabía lo que hacía», se ha excusado en su declaración. Dejó a su hijo envuelto en las prendas que llevaba y regresó a su casa. Allí no dijo nada a su pareja. Solo le transmitió que quería estar sola, razón por la cual su compañero se quedó en la cocina. La acusada ha afirmado que no durmió nada y que sintió el impulso de regresar al pinar de Chatún en busca de su bebé, pero, al ver que su pareja se encontraba dormido y que ella se seguía sintiendo mareada, desistió en su idea. Tampoco confesó los hechos a sus allegados la mañana siguiente y por la tarde de ese 31 de octubre se marchó a trabajar por la tarde.

Publicidad

Primero se halló la placenta en el pinar de 'Las Zorreras' y días más tarde, unas vecinas encontraron los restos del bebé, fallecido en un periodo de tiempo inferior a las 24 horas siguientes del abandono como consecuencia de la asfixia con líquido amniótico al no limpiarle las vías respiratorias. M. K. Ch., que ha subrayado que sufrió malos tratos por parte de su exmarido en el pasado y que por ello había estado bajo tratamiento psicológico en su país, confesó los hechos a su pareja y a su jefa y posteriormente llamó a la Guardia Civil.

El Ministerio Fiscal, que califica los hechos investigados de asesinato, solicita una pena de 18 años de cárcel y una indemnización de 150.000 euros para el exmarido por los perjuicios morales. Mientras, la defensa de la acusada pide la libre absolución al sostener que los hechos no son constitutivos de delito o, de serlo, se tendría que considerar las circunstancias eximentes de trastorno y enajenación mental, así como estado de necesidad y miedo insuperable.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad