"El problema de los incendios es que hemos dado la espalda al medio rural"

Joaquín Ramírez, es coordinador de la Universidad de León del máster interuniversitario (León. Lérida y Córdoba) sobre Incendios forestales, ciencia y gestión integral, el primero que se imparte en Europa y que solo tiene como referencia un máster en Estados Unidos. Joaquín Ramírez considera que el abandono del mundo rural ha modificado el territorio dejando vía libre a los grandes incendios. Este máster, pionero en Europa y que nace con vocación de ser un referente mundial, aborda la problemática del fuego desde la base y en todas sus facetas.

¿Existía un vacío formativo?

La ciencia del fuego es muy joven, al contrario que la del agua. La ciencia de los incendios forestales nace en los años 50, en el Fire Lab de Missoula (Montana, EE UU), donde desde principios de siglo habían sufrido terribles incendios. En España se empezó a trabajar la actual forma de gestionar los incendios forestales en torno al año 68. En el ámbito académico lo que había era una asignatura suelta que se solía dar en las ingenierías de montes, en las ingenierías forestales, claramente insuficiente. Es un campo en sí mismo que necesita de un soporte académico que no existía.

¿Cómo ha evolucionado esta ciencia del fuego?

El fuego ha sido el motor de cambio más importante del paisaje. En la cordillera cantábrica de nuestra comunidad estamos viendo cómo por el abandono del uso tradicional de los territorios, por el abandono agrícola y por mantener un uso del fuego que estaba asociado a una cultura agroganadera, resulta que ahora estamos viendo que esos fuegos que en nuestros pueblos servían para limpiar ahora tienen una capacidad de arder enorme.

¿Cómo se traducen los beneficios de esta formación a la sociedad?

Si conocemos mejor el problema vamos a poder dar mejores soluciones. El problema está creciendo, estamos viendo que invirtiendo más en el operativo de lucha contra incendios, el problema no remite. Esto es lo que se llama la paradoja del fuego: cuanto mejor somos combatiendo a los incendios, más grandes se hacen los que no podemos combatir. El fuego es una fuerza de la naturaleza que nos sorprende, es la naturaleza desatada. La naturaleza nos enseña que nuestros sueños más locos de lo qué puede ocurrir, los supera, como pasó con el huracán Katrina. Vamos apagando fuegos pequeños, medianos, grandes, pero de pronto, el fuego que cortamos aquí, si mañana no podemos con él, se va a encontrar con un territorio y un paisaje inabordable. Esos son los que no podemos combatir. Tenemos que cambiar el paradigma y pensar que no solo apagando el fuego vamos a acabar con el problema.

¿Es el abandono del mundo rural el origen de los grandes incendios?

El incendio forestal es un indicador de que algo no hacemos bien.

¿Cuál es la fortaleza de Castilla y León en lucha contra incendios?

Se ha mantenido un intento de trabajar pegado al territorio durante todo el año con las labores de gestión forestal; se ha trabajado muy bien a nivel tecnológico; además, a nivel de educación y concienciación, Castilla y León fue pionera con un plan que a mí me gustaría que la coyuntura económica permitiera retomarlo, el Plan 42, en el que se identificaron los 42 municipios generadores del 80-90% de los incendios en la comunidad y se hizo un trabajo en el terreno, contando con los técnicos del territorio, que dio unos resultados espectaculares.

¿Y las debilidades?

No somos una comunidad rica, el medio rural y forestal de Castilla y León se ha visto, en mi opinión, muy perjudicado por la PAC, ese dinero que ha venido vía subvenciones no se ha traducido en un medio rural más rico (rico en personas, lo primero).