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LOTERÍA DE NAVIDAD

Un segundo premio para las urgencias

La peña juvenil 'El Puntazo' reparte cerca de 9 millones de euros en Ayllón, villa en pie de guerra por la pérdida del servicio nocturno del Punto de Atención Continuada

CÉSAR BLANCO

Sábado, 22 de diciembre 2012, 20:56

Para los afortunados, el sorteo de Navidad es el día oficial para tapar agujeros. Ya imaginan, que si la letra del coche, que si el seguro, que si liberarse del pesado yugo de la dichosa hipoteca, que si hacer esa reforma en casa que lleva rondando tiempo la cabeza, que si por fin poder respirar aliviado por saldar la deuda de turno y por supuestísimo, darse algún capricho que otro que merecido lo tienen. Bastantes son ya las penurias diarias y las apreturas cotidianas como para no permitirse alguna licencia más íntima que envuelva con papel de regalo y un lazo brillante de color ese pequeño lujo que alegre tanta necesidad imperiosa.

Ayllón también tiene su particular agujero particular que tapar. Desde hace más de tres meses, la villa del nordeste segoviano está en pie de guerra contra el cierre de las urgencias nocturnas de su Punto de Atención Continuada. Y adivinen. Muchos vecinos, tanto los agraciados como a quienes la suerte les fue esquiva, incidían en su lista de preferencias a la hora de gastarse el dinero en 'invertir' parte del millonario botín del segundo premio en solucionar esta carencia sanitaria que les tiene soliviantados.

Ha sido una jornada mayúscula, superlativa para este municipio medieval y serrano que no llega a 1.400 habitantes. Y no piensen que lo de superlativo es baladí. La peña juvenil 'El Puntazo' ha sido la afortunada responsable de que la localidad se empapara de juventud, alegría, champán, cava y cerveza, mucha cerveza; pero eso sí, sin olvidarse de la reivindicación contra el deterioro de la sanidad rural.

«No lo estamos pasando nada bien»

«No lo estamos pasando nada bien. El centro médico es muy importante para nosotros, pues el municipio posee unas circunstancias que nos hacen singulares y que no se han tenido en cuenta», declaraba la alcaldesa, Sonia Palomar. La también procuradora del Partido Popular (PP) en las Cortes regionales, es de los vecinos que no ha catado el premio, aunque sí solía jugar alguna papeleta de la peña. Sin embargo, confesaba lo bien que le va a venir al municipio esta inyección de alegría después de tanta penuria y dificultad.

Uno de sus responsables de la peña, Adrián Matesanz, atinó cuando esta vez trajo de la administración número 2 de Aranda de Duero el 42.260. Buena puntería. La peña suele tentar al azar todos los años en la vecina localidad burgalesa tocada por la varita de la fortuna. Ni podía pensar que esas series distribuidas en participaciones de cuatro euros más otro de donativo para contratar a la charanga de la peña en las fiestas les iban a bendecir con un buen puñado de millones del segundo premio de la Lotería de Navidad. Adrián calcula que ha repartido 66 décimos en esos boletos, unos 8,2 millones de euros que han pellizcado con más o menos fuerza a unas 200 personas que quisieron colaborar un año más con la causa del 'El Puntazo'.

Los compradores tampoco se imaginaban que hoy iban a acudir al partido de fútbol que jugaba la Ayllonesa contra el Cantalejo con esta dosis extra de celebración. Mientras apuraban los últimos botellines de la enésima caja que cayó en el bar El Arco, popularmente conocido como el 'barrón', el entrenador les llamaba a filas.

Cerró el negocio

Adrián comenta que el pasado noviembre tuvo que cerrar el restaurante que llevaba. El Figón echó la verja por la maldita crisis. «Es un sitio de paso y ya apenas paraba gente». Ahora se va tomar las cosas con más calma. Los achuchones con este 42.260 a buen recaudo son menos y ya piensa en alejarse una temporada de Ayllón e irse con su hermano a probar otra clase de suerte a tierras valencianas para montar, por qué no, su propio negocio hostelero. Es cocinero y tiene experiencia y formación. Ahora también dispone de un empujón económico para animarle.

Otro compañero de la peña, Iván, se preparaba para el partido y reclutaba al resto del equipo reunido en el 'barrón'. Él también disfrutará de un trocito del premio y propone que «si la Junta decía que el cierre de las urgencias era un tema económico, ahora podemos financiar para que deje de ser un problema». Los compañeros asentían y coreaban la idea. Todos quieren que vuelva a funcionar el servicio sanitario, que casualidades caprichosas de la vida, ahora les fuerza a trasladarse a Aranda de Duero para recibir atención urgente. «Está más cerca que el Hospital de Segovia», recordaba Susana, otra de las jóvenes que ha dado una dentellada al segundo premio del sorteo navideño.

Otro premio diez años después

Ni ella ni su hermana gemela Mónica están enroladas en la peña 'El Puntazo', pero también compraron su participación por amistad y además ejercieron de hadas madrinas y vendieron un talonario de cincuenta papeletas en el bar Avenida que regentan desde hace alrededor de un año. Se da la circunstancia de que este establecimiento tiene su particular idilio con el azar. Cuando sus padres dirigían el negocio, ya vendió parte del segundo premio de la Lotería de Navidad hace diez años. Y una coincidencia más. Entonces también lo adquirieron de la vecina Aranda de Duero.

Las gemelas y su madre, Mónica, se alegraban especialmente porque hayan sido los jóvenes del pueblo los afortunados. «Viene en un momento idóneo porque hay mucha gente joven en paro y este dinero puede ser un aliciente para que se planteen quedarse en el pueblo».

Luego hay otras urgencias, aunque no sanitarias, como es la de pagarse los estudios. La mayoría de los afortunados por estos más de 8 millones de euros repartidos por la peña 'El Puntazo' tienen entre 17 y 30 años. Muchos aún hincan codos. Jorge, por ejemplo, quiere hacer Protocolo y Eventos en un centro privado de Madrid, pero el precio de la matrícula es prohibitivo. Este año ha tenido que dejar los estudios y ponerse a trabajar en un bar de la villa para sacarse un dinero. No olvidará ese 42.260 que le permitirá pagarse los estudios. Tampoco lo hará Andrés. A sus 22 años, se mostraba desencantado por no poder acceder al doctorado de Microbiología por culpa del encarecimiento de las tasas académicas y de los recortes en becas. Tiene claro que invertirá su pellizco en ese master que tanto desea hacer.

Un pan bajo el brazo

Por su parte, Borja ha hecho bueno el dicho de que un recién nacido llega con un pan bajo el brazo. Ayer su mujer Vanesa dio a luz a Román que pesó 4,200 kilos y que ha venido envuelto con un décimo del segundo premio. Este agricultor y ganadero de la villa no ocultaba que el futuro se ve algo más claro con esos 125.000 euros.

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