EL NORTE
Viernes, 30 de noviembre 2012, 13:55
La combinación de mujer, discapacitada y residente en el medio rural forma un trinomio en el que las oportunidades laborales se reducen drásticamente. Ante esta adversidad, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) ha impulsado un proyecto para formar a discapacitadas que residan en pueblos de Castilla y León en un área con posibilidades de trabajo y escasas barreras para esas mujeres: las nuevas tecnologías. El proyecto ha estado financiado por la Fundación Repsol y ha permitido que 204 mujeres residentes en 66 municipios rurales de Palencia, Burgos, León, Salamanca, Soria y Segovia hayan podido familiarizarse con las nuevas tecnologías, en especial las 'tablets' y los 'smartphones', como herramientas para su incorporación al mundo laboral.
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Responsables de Cocemfe y de la Fundación Repsol presentaron ayer en Palencia los resultados de este estudio, cuya conclusión más optimista se refleja en las 89 participantes que ya habían encontrado un empleo hasta el pasado octubre, y que, si se cumplen las previsiones, podrían incrementarse hasta un centenar antes de finales de año. La formación, que ha sido personalizada con el traslado de los docentes a las comarcas de residencia de las seleccionadas, ha incluido además un apartado importante para incidir en las habilidades sociales y laborales para poder hallar un puesto de trabajo.
Tanto Cocemfe como la Fundación Repsol están satisfechas de esta iniciativa, que pretende dar un giro a las pesimistas estadísticas que apuntan a que solo el 36% de las personas con algún tipo de discapacidad en la comunidad están trabajando. Dos de cada tres son varones y una es mujer. Si además se añade el dato de vivir en un pueblo, las oportunidades son aún menores. «Está claro que no todos tenemos las mismas oportunidades. Por ello, es buena la existencia de ecosistemas de apoyo», indicó ayer la presidenta de Cocemfe en Castilla y León, Consuelo Santiago.
En su intervención, también destacó que esa gran diferencia entre hombres y mujeres con discapacidad que trabajan es aún mayor en la provincia de Palencia. «Se ha intentado también romper esa brecha digital, ese desajuste que existe con el mercado de trabajo. Las mujeres rurales no tienen habilidades sociales ni laborales en muchas ocasiones, desconocen también las redes de búsqueda de empleo, algunas se hallan sobreprotegidas por el entorno o, por último, tienen una edad que también es un obstáculo. Por eso hemos trabajado en todos estos ámbitos, para prepararlas en todos los sentidos», explicó Consuelo Santiago.
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