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Las marcas del incendio eran aún visibles por la mañana en la travesía de la N-610. / R. Otazo
SUCESOS

Los allegados del fallecido en Villafrades de Campos recuerdan que «estaba un poco tocado por la crisis»

La víctima, de 41 años y natural de Guipúzcoa, viajaba sola y se roció con gasolina en la Nacional 610

J. SANZ

Viernes, 23 de noviembre 2012, 21:41

La madrugada quiso que solo un conductor que transitaba por la travesía de la pequeña localidad de Villafrades de Campos pasara a tiempo de avisar a los servicios de emergencia de la presencia de un hombre literalmente «envuelto en llamas» junto a una furgoneta justo en la entrada al casco urbano por la Nacional 610 desde Villarramiel (Palencia). Pero para entonces ya era tarde. La víctima, un hombre de 41 años afincado en la localidad guipuzcoana de Lasarte y sin vinculación alguna con el municipio vallisoletano, perdió la vida segundos después fruto de las lesiones causadas por las llamas.

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Los primeros agentes que llegaron al lugar de los hechos la llamada al 112 se realizó a la una en punto se encontraron con la víctima ya carbonizada en medio de una pequeña hoguera de matorrales al borde de la calzada a la altura del kilómetro 39, situado justo al borde de las primeras casas de Villafrades. Allí encontraron el vehículo del fallecido, un bidón de gasolina y un mechero junto al punto exacto, en mitad de la carretera, en el que aparentemente, y según todos los indicios, se había quemado a lo bonzo antes de salir corriendo hacia el campo, según pudo comprobar también otro testigo que avisó al 062 de que había visto «una bola de fuego» moverse a las afueras del pueblo.

Las posteriores pesquisas llevadas a cabo por los guardias civiles encargados de la investigación y el resultado inicial de la autopsia realizada al mediodía en el Instituto de Medicina Legal de la capital confirmaron «al 99 por ciento» la hipótesis inicial del suicidio.

«Todo apunta a que a la víctima había viajado sola hasta allí y que se quitó la vida rociándose con la gasolina su furgoneta es diésel que llevaba en un bidón», según señalaron fuentes de la investigación. Los agentes, en este sentido, no encontraron indicios de la presencia de segundas personas en el vehículo, una Renault Máster, que la víctima había estacionado en las inmediaciones del kilómetro 39 antes de empaparse con el combustible.

Su cuerpo, una vez concluido el examen forense, fue trasladado a primera hora de la tarde a su localidad natal y de residencia después de que sus familiares así lo solicitaran para celebrar allí el entierro. Los vecinos de la localidad guipuzcoana explicaron ayer que la víctima, Daniel F. H., de 41 años, «tenía desde joven problemas con las drogas».

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«Aquí nadie le conocía»

Los residentes de este municipio de 18.000 habitantes y cercano a la capital donostiarra explicaron que la víctima llegó a desempeñar «algún trabajo esporádico de autónomo como camionero» y recordaron que «últimamente andaba un poco tocado porque con la crisis no le salía gran cosa como transportista».

La presencia de Daniel F. H. en la pequeña localidad vallisoletana (de 91 habitantes y próxima a Villalón de Campos) en la que perdió la vida fue, según las fuentes de la investigación consultadas, «absolutamente circunstancial». Su alcalde, Alfonso Gordaliza, así lo confirmó también ayer: «Aquí nadie le conocía».

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