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LUIS ANTONIO CURIEL
Sábado, 27 de octubre 2012, 16:09
La Sala Nueva Baranda de Baltanás cuenta desde el pasado mes de abril con nueva dirección. Los jóvenes palentinos Jesús Méndez González y Marcos Pérez Maldonado han realizado una fuerte apuesta por esta discoteca, una de las salas con mayor aforo y con más posibilidades de Castilla y León, ya que cuenta con una capacidad cercana a las 2.000 personas. Con una superficie de 1.200 metros cuadrados de discoteca y 200 metros cuadrados de terraza, esta sala es un referente en la fiesta y en la noche, especialmente en Palencia, Burgos y Valladolid.
La sala de fiestas luce sus mejores galas después de que estos jóvenes emprendedores hayan realizado un cambio de imagen en la discoteca, que aún conserva varios elementos de su arquitectura original y que otorgan al lugar un encanto especial, como el artesonado y palco de madera tallado a mano por Maximiliano Diago. «Hemos realizado una reforma considerable con el fin de dar un nuevo aire a la discoteca, pues los cambios siempre gustan a la gente. Nuestra idea es seguir mejorando la sala y queremos abrir la parte de arriba y acondicionar la terraza para el buen tiempo», señalan desde la gerencia.
En estos meses, la renovada dirección de la Sala Nueva Baranda ha apostado fuerte por consolidar la fiesta en la capital del Cerrato. Por ello, han organizado numerosos eventos que han suscitado gran interés entre los vecinos, especialmente en los jóvenes. Actuaciones flamencas, como la de Sheila Galván o la del grupo 'Conchabando'; el Primer Certamen Nacional de Monólogos; fiestas ibicencas, campeonatos de futbolín y numerosos eventos con música en directo han hecho las delicias del público.
«Desde la gerencia estamos abiertos a todas las propuestas y sugerencias. Tenemos mucha ilusión y queremos seguir creciendo, además de colaborar en todo lo que sea posible para dar vida y realce al pueblo. La calidad y la seriedad son nuestras señas de identidad y animamos a la gente a que venga a Baltanás para disfrutar del ambiente y la fiesta, en un lugar limpio en el que te puedes tomar una buena copa», aseguran desde la gerencia.
Fue Eleuterio Baranda el que adquirió en subasta la sala de baile que lleva su apellido hacia 1940, que era un espacio dedicado a teatro y posteriormente a baile. La licencia de apertura de 1956 señala la sala de fiesta con ambigú, en referencia al bar, que se mantuvo con las actuaciones de orquestas hasta comienzos de la década de los setenta, fecha en la que se montaron los equipos de sonido y luminaria precisos para convertir la sala en discoteca, aunque todavía se traían grupos musicales que convivían con los 'pinchadiscos'. Tanto fue el éxito de esta reforma, que hacia 1977 se cubrió la pista de verano que en aquella época tenía árboles frutales para hacerla discoteca, otorgando a la sala dos pistas principales, un corredor y otra pista distribuidos en dos plantas.
La capital del Cerrato ha sido conocida durante muchos años gracias a su Discoteca Baranda. Por ella han pasado numerosos artistas, cantantes, grupos y orquestas, que eran los que ocupaban los espacios musicales en las décadas de los sesenta y setenta en Televisión Española, la única cadena televisiva que se veía. Massiel, Karina, Miguel Gallardo, Juan Pardo, Jeannette, Miki, Manantial, Los Pekenikes, Los Bravos, Los Pasos, Yerbabuena y los Tonys son algunos de los nombres que aún recuerdan en Baltanás.
Baltanás a rebosar
Francisco Javier Baranda, nieto de Eleuterio, que actualmente regenta la Carnicería Baranda fundada en 1866 por su bisabuelo, recuerda que muchas parejas se conocieron en la Discoteca Baranda. «Aquí todos los fines de semana el pueblo rebosaba de gente. Venían de muchos lugares: del Cerrato, de la Esgueva, la Bureba, Palencia, Burgos y Valladolid», recuerda Francis.
La discoteca Baranda solo abría los sábados y domingos, que era el día fuerte de la fiesta en el que había sesión de tarde, de las 20:00 a las 00:00 horas. «Al ser núcleos rurales, se mantenía el domingo como día fuerte, algo que ya no pasaba en las ciudades. Estos pueblos eran principalmente ganaderos y labradores y era el día en el que descansaban. A partir de 1975, los sábados empezaron a ganar fuerza», señala Francis Baranda.
Daniel, Enrique, Alfredo y Felisa Baranda, hijos de Eleuterio Baranda, continuaron con el negocio familiar de su padre hasta 1985, momento en el que los nietos se hicieron cargo de la sala de fiestas. En las dos últimas décadas, la discoteca ha contado con la dirección de los Hermanos Curiel, para dar paso en 2010 a Curagu, en 2011 a los nietos de Eleuterio Baranda propietarios de la discoteca y desde abril de 2012, a la Sala Nueva Baranda.
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