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SOCIEDAD

Cien años de la Caja de Soria

La entidad surgió para erradicar la usura y en 1991 se fusionó con la Caja de Ahorros de Salamanca para convertirse en Caja Duero

ICAL

Lunes, 22 de octubre 2012, 12:51

El 20 de octubre de 1912, hace hoy cien años, nacía en la capital soriana la Caja de Ahorros y Préstamos de la provincia de Soria, una entidad que fue creada por la Sociedad Económica de Amigos del País para erradicar la usura y que en 1991 se fusionó con la Caja de Ahorros de Salamanca, formando lo que seis años después sería Caja Duero.

José Sotillos, que trabajó durante 50 años en esta entidad con carácter eminentemente soriano, rememora lo que fue la historia de una caja vinculada a la provincia y que tuvo su primera oficina en la calle Ferial. Era una entidad sin ánimo de lucro, sus préstamos fueron de bajo interés. Todos sus beneficios, después de pagar impuestos y dedicar una cantidad a fondo de reserva, se dedicaron a obras benéficas, sociales y culturales, indica con nostalgia.

La caja de ahorros tomaba músculo conforme los sorianos iban confiando en ella. Sotillos, que cuenta con 87 años, recuerda como pasó a tener sede en la calle Zapatería, más tarde en la plaza de San Esteban y finalmente en el centro neurálgico de Soria, en la plaza Mariano Granados, edificio que hasta hace muy poco fue alquilado por la entidad a la Junta de Castilla y León.

Su consejo de administración durante bastantes años estuvo constituida por las fuerzas vivas de la provincia, según este soriano, que entró a trabajar en la caja como botones y se jubiló como director de una sucursal. El presidente de la Cámara de Comercio era el presidente de la caja. Además, también formaba parte del consejo el presidente de la Diputación, el alcalde, la Sociedad de Socorros Mutuos de Obreros y representantes de los imponentes. Después lo constituían a título personal figuras insignes. Los consejeros se sentían muy honrados de serlo y lo hacían completamente gratis para la entidad, precisa.

La expansión de la caja por la provincia se realizó sin prisa pero sin pausa, primero en El Burgo de Osma, Almazán y Ágreda, y más tarde en el resto de localidades con mayor población. De este modo, la caja llegó a tener 50 sucursales.

Este anciano, que al quedar viudo y con cinco hijos decidió consagrarse a Dios y ejercer el sacerdocio, asegura que en los primeros años de vida de la caja su dedicación fueron los más desamparados y que sobre todo se destinaban subvenciones al Asilo de Ancianos Desamparados de Osma. Tras aumentar el fondo de reserva, los directivos decidieron en los años 40 construir un manicomio y una barriada de casas económicos. Finalmente, tras detectar la necesidad de erradicar la tuberculosis y ante la petición del Estado, donó todo lo acumulado (400.000 pesetas) para que se construyera un Sanatorio Antituberculoso. De este modo, se construyó el edificio de lo que hoy es el Hospital Virgen del Mirón. Este proyecto no llegó a término porque descubrieron las sulfamidas y la penicilina, y quedó empantanado. Sin embargo, se aprovechó para trasladar allí el Hospital Provincial, apostilla.

La historia de la Caja de Ahorros de Soria ha estado vinculada al devenir de los sorianos y ha tenido siempre un carácter de atención social, según Sotillos, quien recuerda que siempre ha apostado por apoyar la cultura y a entidades sin ánimo de lucro. En 1950 creó en Salduero un chalet para acoger una Colonia Infantil que todavía hoy funciona. Además, construyó pisos sin ánimo de lucro en la avenida de Valladolid y el barrio de San Pedro e instaló silos en varias localidades de la provincia para facilitar la recogida de los cereales. Adelantándose a los tiempos se construyó la residencia de mayores el Parque en la ciudad y posteriormente se edificó la residencia Sagrada Familia en Arcos de Jalón, recuerda.

A pesar de que actualmente la entidad ha perdido su carácter netamente soriano tras su fusión con otras entidades, los sorianos sigue teniendo la percepción de que les pertenece en parte. No en vano, el 80 por ciento de su población tiene una cuenta en una caja que sigue apoyando al Club Deportivo Numancia, la UNED de Soria, el Ayuntamiento y numerosas entidades sin ánimo de lucro (Cruz Roja y Cáritas) que se dedican, como hace cien años, a ayudar a los que hoy pasan más dificultades.

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