Jueves de Corpus Cristi en Peñaflor de Hornija

Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión. Hoy es uno de esos jueves que según el refranero español, relucen más que el sol. Una de las grandes fiestas litúrgicas que en muchos lugares han perdido su fecha tradicional, pasándola al domingo más próximo.

No ha sido así en Peñaflor de Hornija, donde han mantenido su férrea tradición de seguir celebrando la fiesta del Corpus el jueves. En esta localidad, los vecinos se afanan en acompañar al Santísimo Sacramento en una sentida y emocionante procesión por las calles del pueblo, engalanadas como la ocasión lo merece con cuatro grandes altares, que compiten en la vistosidad de sus tapices, mantones y colchas, así como en los adornos florales. Procesión con más de 5 siglos de historia y en la que también participan el resto de las cofradías de la localidad, la de la Virgen del Rosario, el bendito Cristo de las Eras y la Santísima Trinidad.

La festividad del Corpus Christi, instituida en el año 1.263 por el Papa Urbano IV, tiene sus orígenes en la promoción que una beata, Juliana de Mont-Cornillón, hizo de esta festividad. En Peñaflor de Hornija, 44 varones son los indiscutibles protagonistas de estas fiestas. Se trata de los hermanos que integran la Cofradía del Santísimo Sacramento y de la Misericordia, que data de 1484.

El nacimiento de ésta, se enclava en el marco de la contienda civil entre el rey Enrique IV El Impotente y la nobleza. La población, atemorizada por los acontecimientos, apeló a la divinidad, lo que hizo que se fundara la hermandad que a día de hoy se sigue rigiendo por los 36 Capítulos de Regla que se aprobaron en su creación.

Para los cofrades, es de vital importancia cumplir en la medida de lo posible, los preceptos marcados en estos antiquísimos estatutos, tales como la votación secreta de los miembros para aceptar o no, a un nuevo cofrade, que obligatoriamente para entrar, ha de ser soltero, mayor de edad e hijo o nieto de cofrade. Aunque las costumbres y sentimientos han variado a lo largo de los siglos, para nosotros es un orgullo mantener, con las adaptaciones que nos imponen los tiempos que nos ha tocado vivir, los usos y costumbres de los fundadores de nuestra cofradía, allá por el año 1.484, explica Jesús Real, secretario de hermandad desde hace 12 años.

Uno de estos preceptos, es el del uso de sombrero de ala ancha por parte de todos los miembros de la cofradía. No se sabe muy bien el origen de esta tradición, pero quizá sea para distinguir a aquellos que integran la cofradía, de los que no, el caso, es que todos lo llevan.

La dirección de la cofradía está en manos de las varas asociadas a los principales cargos: Mayordomo, Alcalde de Mayores, Alcalde de Mozos y Diputado. Cargos anuales, y cuyo nombramiento, se establece por orden de lista en función de la fecha de entrada del hermano cofrade. Para ostentar el cargo de Alcalde de Mozos, además se requiere ser mozo, es decir, no estar casado.

Los usos y costumbres de esta cofradía, esconden multitud de curiosidades. Antiguamente existían hermanos designados expresamente para servir el vino y las viandas al resto de los hermanos, y para poder servir debían solicitar permiso a alguno de los cargos mencionados anteriormente. Incluso la cofradía tenía establecido su propio toque de campanas para los difuntos, de manera que todo aquel que estuviera en lo campos trabajando, supiera si el finado era o no de su cofradía.

Jesús Real, explica cómo el devenir de los años, el gran avance de los medios de comunicación y transporte, así como la dispersión de la población que ha sufrido Peñaflor de Hornija, ha hecho que esta cofradía, haya descendido en el número de cofrades hasta niveles impensables hace 40 o 50 años. En la actualidad somos 44 cofrades, que intentamos mantener en lo posible los usos y costumbres de aquellos hermanos que la crearon hace más de 528 años

La fiesta del Corpus al detalle

Como manda la tradición, el jueves a las 13:30, tiene lugar la misa, oficiada en la iglesia de Santa María de la Expectación por D. José Mª Gil, párroco de la localidad, quien encabeza la procesión, bajo un palio, portando el Guión Sacramental.

El cortejo recorre los 4 altares de las cofradías existentes en Peñaflor de Hornija, todos ellos cuidadosamente ornamentados por sus respectivos mayordomos y sus familias.

Ese día, los hermanos de la cofradía portan el patrimonio que custodian celosamente durante el resto del año: la cruz, el Guión con el santísimo y el palio precedido por dos faroles.

Por la tarde se oficia el Santo Rosario. Tras el cual, se mantiene un cabildo para nombrar al mayordomo del año siguiente, y es entonces cuando tiene lugar la llamada Enhorabuena, que consiste en un ágape para todo el pueblo, ofrecido por el mayordomo entrante en el polideportivo de la localidad. Este año el honor ha recaído en Luis Rodríguez Vaquero.

De nuevo, la tradición manda. El mayordomo corre con todos los gastos de viandas, salvo el vino, que obligatoriamente debe de ser blanco y que se sufraga a escote entre todos los cofrades. El mayordomo, debe preocuparse de que el resto de los hermanos estén atendidos. Todos estamos orgullosos de tomar el cargo de mayordomo, y de servir a la cofradía, aunque económicamente es gravoso, afirma Jesús Real.

En la mañana del viernes se celebra una misa en recuerdo a los hermanos difuntos de la cofradía.

El sábado tiene lugar el traslado de La Santa, una tabla tríptico con la imagen del santísimo en su interior que tiene un gran significado espiritual. La tabla se porta desde la casa del mayordomo saliente a la casa del mayordomo entrante, quien la custodiará todo el año y quien agradecerá a todos aquellos que le han acompañado en el traslado, con un pequeño ágape en su casa.

El domingo finalizan las fiestas con una solemne misa en la parroquia de Santa María a las 13:30 horas. Las verbenas y la música, no faltarán ninguno de los cuatro días de fiesta.