El estandarte de San Mauricio vuelve a lucir
El Museo de Valladolid narra la llegada de reliquias de Flances a la Corte española en 1604 a través de una exposición
MARIA AURORA VILORIA
Domingo, 3 de junio 2012, 20:46
El 22 de septiembre de 1604, cuando Valladolid era la capital de España, fueron solemnemente trasladados hasta la Catedral los restos de uno de los mártires de la Legión Tebana donados a la ciudad por Magdalena de San Jerónimo, quien llegó de Flandes enviada por la gobernadora, Isabel Clara Eugenia, hermana de Felipe III. En el equipaje trajo un cargamento de reliquias recogidas con autorización del Papa Clemente VIII en iglesias y conventos de Tréveris y Colonia, entre las que destacaban los cuerpos de dos compañeros de San Mauricio, patrono de la Orden del Toisón de Oro, ya que el segundo lo destinó a la Casa Pía de la Aprobación que había fundado para recoger a las mujeres de mala vida. Al recibir el regalo, el Ayuntamiento organizó una procesión para el traslado hasta el templo que abría como guión un estandarte de 250x170 centímetros realizado en damasco de seda, pintado por las dos caras y rematado por una pasamanería.
El estandarte ha sido restaurado en el Centro de Conservación de Bienes Culturales de Castilla y León de Simancas y protagoniza ahora la exposición temporal organizada por el Museo de Valladolid (hasta el 9 de diciembre). En el centro figura San Mauricio de pie, con la palma del martirio y bastón de mando de capitán general de Infantería del ejército español. Viste armadura y celada con penacho de plumas al estilo de comienzos del XVII y bajo su antebrazo izquierdo asoma la espada.
Alrededor del recuadro central, emblemas realzados con coronas representan a los personajes relacionados con el acontecimiento, como los de la Casa de Saboya y el Piamonte, ya que los tres hijos del duque Carlos Manuel estaban en Valladolid. El centro lo ocupa el escudo real cuartelado de Castilla y León, flanqueado por el símbolo de la Magdalena y el anagrama de Jesucristo y de la Compañía de Jesús que hacen alusión a la cofradía que realizó el estandarte. Figuran además escudos de la Catedral y del Papa y los blasones del obispo de Valladolid, Juan Bautista Acebedo, y del duque de Lerma.
En la cara posterior de la tela están San Urso y San Víctor, con la cabeza en una mano, ya que cuando, según la leyenda, ocurrió en Agaune hoy St Moritz- la matanza de Mauricio, jefe de una legión del ejército romano, y sus soldados, todos cristianos, por negarse a hacer sacrificios a o los dioses, consiguieron huir y retirarse a Solodoro. Todos volvían de la Tebaida egipcia para ir a la Galia y la orden de ejecución la dio el emperador Maximiano, quien también encargo al gobernador Hirtaco que acabase con los escapados. Éste, después de torturarlos, los decapitó y arrojó al río. Sin embargo, un grabado del XVIII reproducido en la sala explica cómo salieron del agua para señalar el lugar donde debían ser enterrados. La muestra incluye además una urna relicario de 'la cabeza de San Mauricio' y dos bustos de santos de la Legión Tebana cedidos por la iglesia de San Miguel, así como cruces, plaquetas de devoción, portapaces, esculturas en bronce dorado y un Agnus Dei del Museo.
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