Una placa y un olivo recuerdan la labor del 'obispo de Delicias'

Más de siete mil vecinos de Delicias estamparon su firma en el escrito que solicitaba que el Ayuntamiento recordara con una placa la laboriosa dedicación que el padre Jaime Gómez Gutiérrez siempre tuvo con el barrio de Delicias. Y la presión de las rúbricas ha conseguido que su deseo se haga realidad. Una zona ajardinada junto al paseo de Juan Carlos I (y muy cerquita de San Viator) alberga desde este jueves una placa y un olivo con los que se rinde homenaje a un sacerdote y profesor recordado en Delicias por su enorme implicación con la comunidad educativa de San Viator y también con la parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

El alcalde, Javier León de la Riva, y el superior provincial de los viatores en España, Gregorio Esquivel Burillo, intervinieron en un acto en el que participaron decenas de vecinos del barrio y alumnos y docentes de la comunidad educativa de San Viator.

Jaime Gómez (San Pelayo, Burgos, 1934) recala en Valladolid, en 1968, y durante 35 años en diferentes etapas, con idas y venidas a Madrid permaneció vinculado al barrio que le bautizó sin recato como el 'obispo de Delicias' por su implicación con los vecinos de la zona. Aquí, en Delicias, se encargó de organizar la catequesis de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen (con más de mil chavales), puso en marcha el movimiento diocesano Justicia y Paz, comenzó a organizar las cenas solidarias de Manos Unidas, impulsó la creación de Fundación Aldaba-Proyecto Hombre (de atención a drogodependientes) y además, encabezó las reivindicaciones para que las fauces especulativas no convirtieran en bloques de pisos el solar que hoy ocupa el parque de la Paz. Precisamente ese nombre fue elegido por Jaime Gómez, el ilustre vecino de Delicias (muchos lo recuerdan por su poncho) que ayer recibió un emocionado homenaje de sus compañeros de barrio.