Extirpar el dolor de cabeza
Encuentran cerca la ermita de Gormaz dos cráneos con señales de trepanación, la intervención quirúrgica más antigua de la medicina
ISABEL G. VILLARROEL
Jueves, 10 de mayo 2012, 23:55
Ya el hombre en el Neolítico demostraba su osadía atreviéndose a abrir una de las cavidades más importantes del ser humano, la que protege el cerebro. La trepanación es la perforación de un hueso, se usa comúnmente para los orificios hechos en el cráneo. Se trata de una escisión mediante cirugía de un fragmento de hueso del cráneo en forma de disco, para llegar al interior de la cavidad craneal.
Las indicaciones más comunes son los traumatismos craneales, en los cuales se produce una hemorragia interna que pone en peligro el cerebro y la extirpación de tumores cerebrales. Se supone que en la antigüedad se empleaba la trepanación para tratamiento de dolores de cabeza y de la epilepsia. Los instrumentos usados más frecuentes son de corte: cuchillos, sierras, tumis; o de de percusión: escoplos y martillos o perforadores.
La trepanación es la intervención quirúrgica más antigua de la que se tiene constancia en la historia de la medicina. Ya el hombre en aquellos tiempos se atrevió a abrir una de las cavidades más importantes del ser humano, la que protege el cerebro.
Los dos cráneos encontrados en la necrópolis de Gormaz pertenecen uno a un varón de entre 50 y 55 años de edad y el otro a una mujer de entre 45 y 50 años. Las trepanaciones femeninas se consideran muy raras en todas las épocas. En España solo un 10% de los cráneos trepanados encontrados son de mujeres, es una de las curiosidades del hallazgo, la otra es que en épocas posteriores como la medieval se tienen pocos indicios de esta práctica, por lo que es sorprendente el hallazgo en Soria de dos cráneos agujereados entre los siglos XIII y XIV. Los han encontrado en los alrededores de la ermita de San Miguel, en la localidad de Gormaz, investigadores de las universidades de Oviedo y de León.
Más allá del Neolítico las trepanaciones son más raras, aunque se encuentran aún entre los galos, los francos y los merovingios así como en el siglo V en la Alemania central. A partir de la Edad del Bronce los casos de trepanación son muy habituales por toda Europa, principalmente en la cuenca del Mediterráneo. En el caso de España existen muchos casos datados en el Calcolítico, hace unos 4.000 años. La descripción de trepanaciones en la época medieval es más escasa.
Imaginarnos cómo se llevaría a cabo esta escalofriante operación en un poblado neolítico, sin medidas higiénicas, sin las anestesias actuales, sin la maquinaria de un quirófano, eriza la piel a cualquiera. Y así a todo, había pacientes que se ponían en manos de primitivos médicos para que les libraran de terribles dolores de cabeza.
En el caso de los dos hallazgos en Soria, el método de trepanación es diferente en cada uno de los dos sujetos. El varón presenta una intervención mediante barrenado con un objeto punzante y se desconoce si la intervención se hizo antes o después de la muerte. En la mujer, la técnica utilizada fue la del rascado y se hizo en vida. Según los investigadores, sobrevivió un tiempo largo.
En la actualidad el fragmento óseo que se extrae vuelve a ocupar su lugar una vez terminada la intervención, aunque se puede sustituir con otros materiales, como metales o cementos especiales. Esto era impensable en el antiguo Egipto, donde nació la práctica. Los fragmentos extraídos eran conservados como amuletos y alguno de esos discos colgaban de los cuellos de los egipcios. Si la trepanación tenía como fin extirpar un tumor cerebral, el primer paso era localizarlo. El médico se valía de un modernísimo mazo, golpeaba lentamente el cráneo del paciente. Cuando este emitía un alarido de dolor, ya no cabía duda, acababa de localizar el tumor. Solo le restaba utilizar el trépano para cortar el hueso y alcanzar el cerebro. Una vez el tumor estuviese a la vista, se cortaba y se sacaba. Después se limpiaba la herida y se encomendaba a los dioses.
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